En la ciudad de Jaén,
un gran hecho aconteció,
la gran familia Ramírez,
se reunió en el Parador.
Llegan de lejanas tierras,
vienen buscando recuerdos,
en las tierras que dejaron,
buscando campos abiertos.
De las tierras catalanas,
llegan Andrea y Amador,
Juani llegó en el AVE
que hasta Córdoba viajó.
Andrea,ceñido corpiño,
Amador,precioso jubón,
Juani vestida escarlata,
como marca la reunión.
Con Engracia llega Antonio,
de los primos el mayor,
viene buscando en el tiempo,
en la ciudad que dejó.
Engracia viene de seda,
Antonio con calza y jubón,
vestidos y ataviados,
dan prestancia a la reunión.
De la Huesca aragonesa,
Rosa Mari,José Ramón,
el camino raudos cruzan,
sin cansancio,con vigor.
Rosa Mari,blusa negra,
de negro José Ramón,
el encanto y el hechizo,
se sienten en el gran salón.
De Bailén ciudad muy noble,
llegan María y Carmela,
Tierra que las vio nacer,
Jaén ciudad con solera.
De intenso rojo María,
Carmela de azul y negro,
¡qué trajes,qué maravilla!
¡qué donaire,qué salero!.
De Mojácar soleada,
llega el juglar con su reina,
él con su voz y su cítara,
ella,nacida en Baeza.
Busto ceñido Esperanza,
de terciopelo la falda,
a la usanza viste Antonio,
acudiendo a la velada.
Marisol y Manuel Luis,
se quedaron en Jaén,
la Tierra del Santo Reino,
Tierra que los vio nacer.
Marisol de claro gris,
la blusa,de blanca seda,
jubón oscuro Manuel Luis,
camisa también de seda.
Con gran jolgorio acudieron,
a este evento grandioso,
que conmemora un regreso,
y un encuentro cariñoso.
El gran castillo jiennense,
que en otros tiempos brilló,
aún conserva su encanto,
convertido en Parador.
Bendita ciudad que llevas,
bendita y sagrada tierra,
que con gran orgullo guardas,
secretos que allende llegan.
Al juglar Ramírez Mena,
que a los primos divirtió,
le queda la gloria eterna,
del romance ser autor.
Antonio Ramírez Mena
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