viernes, 27 de septiembre de 2013
La progresión geométrica y la lucha de clases.
Algunas veces,en mi agitada y viajera vida,cuando en las contadas ocasiones en las que me he encontrado solo,me he puesto a reflexionar,no en voz alta,sino en lo más profundo del espíritu:cuando te invade la paz
interior y el silencio te habla. Cuando no entiendes las dicotomías existentes que gobiernan el mundo y que
son implacables con la sociedad que ella misma ha creado.
En este Ser o no Ser,en esta dualidad endiablada,piensas en Dios y lo ves como un fantasma que flota en
el infinito,lejos muy lejos de nosotros y al que no podemos alcanzar. Eso nos hace infinitamente pequeños,
revestidos de nuestra humanidad. Pero también creo que aquello para lo que fuimos creados y que nos con-
duce a nuestro inapelable destino,hace que en nuestro quehacer cotidiano nada sea inútil,nada se pierda en
relación con el más Allá.
Sería interesante reflexionar que la vida consiste en buscar la verdad en la vida y la vida en la verdad;aún y
estando convencido de que la verdad no la encontraremos en tanto en que vivimos y que ese misterio nos
obliga a luchar;a sobrevivir dentro de la dualidad poder-pobreza para encontrarlo.
En la lucha de clases y a la que a través de la crisis hemos vuelto,la percepción de Dios es vista de forma
bien distinta. En la clase dominante,es decir en aquellos que por dinero,poder y otras formas de apoderarse
de lo ajeno pueden comprarlo todo,Dios es visto como Aquel que por un orden natural,asiente y confirma su potestad sobre aquellos y que debido a cierto designio divino,pueden manejar,pisotear y atropellar a su an-
tojo y que hace de su riqueza una progresión geométrica si se compara con la pobreza a la que esa progre-
sión somete a los demás
Esta clase dirigente,inmensamente rica,no busca la verdad,ellos creen que la tienen por "Derecho Divino"
y lo justifican con el de "siempre hubo ricos y pobres"
La otra clase,los desheredados de la fortuna;no por designio divino,sino por la rapiña y la ambición de los
otros para los que la pobreza y la indigencia son el orden natural de las cosas,viven anclados en su miseria
tratando de sobrevivir en una sociedad que les niega hasta su condición de hombres creando bolsas de pobreza y sin la esperanza de salir de ella.
No matarás,así dice el Quinto Mandamiento y matar no es sólo asesinar o quitarle la vida a alguien,sino
también condenar a la miseria a los que buscando y luchando por encontrar la verdad,esta se les niega y
se les condena a un trágico deambular y sin avistar la "Tierra Prometida". La Constitución dice en su artí-
culo 50,que todo español tiene derecho a una vida digna. ¡¡¡ Cúmplase !!!
Antonio Ramírez Mena.
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