Te he soñado en un jardín´
envuelta en sedas, en lino,
entre las flores estabas,
entre el amor, un suspiro.
Los sauces de la ribera,
y los pinos del camino,
engrandecen el sendero,
esta senda que yo sigo.
Un viento gélido sopla,
un viento muy seco y frío,
y los negros nubarrones,
son oscuros, son plomizos.
Las piedras y los guijarros,
que jalonan el camino,
como duendes juguetones,
ríen y marchan conmigo.
Mis pies cansados y sucios,
por el polvo del camino,
sudorosos, polvorientos,
ensangrentados y heridos.
Voy camino del destierro,
de un destierro triste y duro,
por un camino de espinas,
por un sendero de pinos. a.r.m.
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