sábado, 12 de abril de 2014

Pensamientos.

   De mimbre era el sillón,
de azulejos la terraza.
Mirando el azul del mar,
un anciano divagaba.
   Pasa revista a su vida,
su mirada fija y vaga,
los recuerdos se le agolpan,
en su conciencia, en su alma.
   Le tranquilizan sus olas,
con su espuma, barba blanca,
onduladas y suaves,
sus pececillos de plata.
   Ya no piensa en el futuro,
ya sólo tiene un mañana,
quizás un mañana más
en la soleada terraza.
   Quisiera cambiar el mundo,
pero no puede, se apaga
y con gesto resignado,
un suspiro se le escapa.

                                                                                  a.r.m.