jueves, 28 de enero de 2016

Juventud y vino.

   Fui de amores malquerido,
joven, rico, trasnochado.
He malgastado monedas,
todo en mi vida ha cambiado.
   Se me fue la primavera,
de la juventud dorada.
Ahora tengo riqueza,
y sabiduría, canas.
   Como un torrente pasó,
una vida malgastada.
Tengo aún restos de vino,
de coplas y de guitarras.
   Pero como buen jugador,
reservo un As en la manga,
y en ella busco refugio,
mi juventud bien amada.
   Amante de nacimiento,
conocí muchos amores.
Viví siempre enamorado,
de la vida, de sus flores.
   Terminando la partida,
siento que llega la noche,
y espero a esa señora,
que al terminar me recoge.

                                                                                        A.R.M.

El envite.

   Qué gran comedia vivimos,
ayer en el Parlamento.
Se jugaba una partida,
que nos dejó sin aliento.
   Las partidas que jugaban,
con las cartas en la mano,
evitaban los envites,
y se miraban los cuatro.
    Se jugaban la esperanza,
y el futuro de un País,
pero tanta inoperancia,
en jugadores jamás vi.
   El rey de espadas que es justo,
quiso cantar las cuarenta,
pero en el juego de cartas,
nadie aceptó su propuesta.
   Al final de la partida,
hubo principio de acuerdo,
pero un jugador novato,
no terminó muy contento.
    En las próximas partidas,
esperamos un acuerdo,
porque el pueblo soberano,
no quiere dejar de serlo.

                                                                                                          A.R.M.

Densa niebla.

   No se veía en la tarde,
el pedregoso camino,
todo lo oculta la niebla,
no sé encontrar el camino.
   Una lucecita vi,
era muy tenue, de cera,
y una llamita oscilaba
sobre una mesa bermeja.
   Mis pasos encaminé,
hacia esa luz de la vela,
sentí el calor en mi mano,
de esa luz azul bermeja.
   Un rayo de sol radiante,
rasgó las nubes muy negras,
y con paso vacilante,
salí de la densa niebla.
   Ante mi se abrió una senda,
para seguir caminando,
un luminoso sendero,
que yo pedí suplicando.
   Caminé mirando al frente,
y borré mi triste rastro.
Recuerdos, amores ahogué,
para seguir caminando.
   En los chopos del camino,
con rabia sequé mi llanto.
Y como aquel caminante,
¡camino se hace andando!

                                                                                                               A.R.M.

Soñé que era un niño.

   Sueño como los riachuelos,
que corriente de agua llevan,
y que la vierten gozosos,
en bella fuentes de piedra.
   Sueño que aún era niño,
era pequeño y llorón.
De plomo soldados tuve,
y un caballo de cartón.
   Montado en él galopaba,
dando vueltas al salón.
Mi madre me contemplaba,
sentada en su gran sillón.
   Crecí, pasaron los años,
y el caballo de cartón,
arrinconado en un cuarto,
toda la vida quedó.
   Yo recuerdo con nostalgia,
y los veo en el espejo,
aquellos felices años,
cuando yo era muy pequeño.
    No es posible el retroceso,
de niño, la vida antaño,
se pasó sin darme cuenta.
¡Mi vida pasó volando!

                                                                                                A.R.M.

Sueños de nube.

   Soñando estaba una nube,
dormida sobre la sierra.
Soñaba que era de nácar,
al posar sobre la Tierra.
   Entre peñascos y jaras,
su pelo la nube peina,
el Sol le seca el cabello,
para que se encuentre bella.
   ¡Qué bonita está la nube!
con algodones se lava.
Una modista del cielo,
la viste de seda blanca.
   Adormilada en su lecho,
abre su boca, bosteza
y de las zarzas el fruto,
le ofrece su amada sierra.
¡Qué no me rasguen la nube!,
¡Qué el viento la deje quieta!,
dormida sobre el picacho,
soñando que ya es serreta.
   Con tu sonrisa de nácar,
no sabes lo que te espera.
Feliz serás en el cielo,
y desgraciada en la Tierra.

                                                                                                A.R.M.

Reflexión sobre los símbolos.

   Una vez terminada la Navidad, prosa y poemas incluidos, voy a intentar aclarar en lo posible, el misterio de los símbolos a los que tan apegados están todas las culturas. Después de leer atentamente varios ensayos y libros sobre el simbolismo, tengo una cierta opinión sobre ello. No pretendo estar por completo en lo cierto. Es una opinión como antes dije y por tanto sujeta a crítica.
   Puede que sea mucho decir que vivimos en un mundo de símbolos o que los símbolos viven en nosotros. Pero si hacemos hincapié en la Psicología, Etnología, Antropología, el Arte, Publicidad y la Propaganda Política, debemos reconocer la realidad del simbolismo e investigar para esclarecer los enigmas que de ellos nacen. Yo sólo pretendo abrir las puertas de la imaginación, de lo imaginario, para soñar, para ver más allá de lo que los símbolos representan, y buscar la verdad, la alegría, el sentido escondido y sagrado de aquello que en la Tierra es a la vez maravilloso y terrible. Me fijaré en primer lugar en la Creación, en lo que simboliza Adán.
   Para cualquier estudioso del tema, Adán representa el primer hombre y la imagen de Dios en él reflejada. Sin juzgar la interpretación del Génesis en el orden de la Creación, Adán es la prioridad en el tiempo. El primero en el orden de la Naturaleza. Es la cima de la Creación, el ser supremo en humanidad. La palabra no evoca para nada un pitecántropo que evolucionaría en su especie; sino al responsable de toda la humanidad, tanto en el orden moral, natural y ontológico. Adán es el hombre de los hombres.
   En segundo lugar, es la imagen de Dios, es el cúmulo, la gran obra del artista que la realiza. Simboliza la aparición del espíritu en la Creación por la animación de la materia. Es la Conciencia, la Libertad, la Responsabilidad y la Autonomía, todos privilegios de Dios, la imagen de Dios pero no idéntica a Él. Y por intentar identificarse a Él, Adán comete la falta, no sólo para él, sino también para toda su descendencia. El Pecado Original, el uso absurdo de la libertad, el rechazo a toda dependencia, y esa dependencia es condición de vida.
   No entro a analizar que según la "Haggada", la mujer creada al mismo tiempo que él "Lilith" no se entendieran al pretender Adán someterla y se marchó del Paraíso encaminándose hacia el mar Rojo. Dios concedió a Adán otra mujer Eva, ante las peticiones de Adán y la negación de "Lilith" de volver al Paraíso. Según algunas interpretaciones de varios autores, y del "Midrasch Bereshit Raba", Adán aparece con aspecto bixesual. Pero su significado en hebreo, "Adamah" significa la tierra, hombre salido de la tierra, creado por Él de la tierra. En el Cristianismo, hay una relación simbólica entre Adán y Cristo. Uno significa la muerte, la expulsión del Paraíso. Cristo simboliza la resurrección y la vida, símbolo de Dios en el hombre.
   Creo que la primera función del símbolo es la de explorar, investigar qué significa, ya que en la mayoría de los casos nos supera como algo espiritual que no llegamos a comprender, pero que pone en marcha nuestra imaginación y sustituye a la realidad.
   Es fuerza unificadora, une al hombre con el mundo, es decir consigue que el hombre no se sienta extranjero en el universo sino que forma parte de él. Tiene por tanto, además una función pedagógica y terapéutica.
    También tiene una función social ya que mete al hombre en el interior del mundo al que pertenece.
Y finalmente, el símbolo tiene una función universal puesto que es accesible a todo ser humano aunque este pertenezca a diferentes culturas.
    Naturalmente que podíamos extendernos más sobre el simbolismo, pero no quiero cansar al posible lector de esta pequeña reflexión.

                                                                                                            A.R.M.
   

lunes, 25 de enero de 2016

Efímera vida.

   Cuando pienso en el futuro,
me río de mi entereza.
Ayer joven aguerrido,
hoy anciano sin fuerza.
   No me falla la memoria,
ella en volandas me lleva,
y a la juventud dorada,
limpia, risueña regresa.
   Recuerdo con ilusión
por la tarde los paseos,
los sonrojos, las miradas,
los primeros escarceos.
   Pasa volando la vida,
por mi mente como un sueño,
desfila como un torrente,
de burbujas con el viento.
   Una sonrisa en mis labios,
dibuja el rostro sereno,
y un suspiro complaciente,
con fuerza sale del pecho.
    He llegado al precipicio,
corro para dar el salto,
cierro los ojos y pienso,
¡qué la vida vale tanto!

                                                                                                      A.R.M.
 

Justicia de bandolero.

   Soñé que me perseguían
por el campo "picoletos".
No he cometido delito,
por eso huyo del pueblo.
   Cogí lo que no era mío,
dinero que era de otros.
Dinero que he repartido,
por eso huyo de todos.
   Sierra Morena me esconde,
me guarda cual centinela,
y desde el pico más alto,
la seca llanura otea.
    Dicen que el Corregidor,
precio ha puesto a mi cabeza,
y en la villa los pasquines,
enseñan la recompensa.
   Yo no nací bandolero,
mas me obligó mi conciencia,
al ver como los señores,
atropellan sin clemencia.
   Volveré de nuevo al pueblo,
y a los que imponen dureza,
ni armados cien "picoletos",
serán suficiente fuerza.
   Un negro caballo tengo,
veloz como una saeta,
la navaja y un trabuco,
y la justicia, mi fuerza.
   Siete compañeros tengo,
siete navajas enhiestas,
bandidos son justicieros,
de las gentes de estas tierras.
   Me encomiendo en la mañana,
a la Virgen de la Sierra,
y al repartir el dinero,
a Ella pido clemencia.
   Cuando me llegue la muerte,
en emboscada en la peñas,
yo la miraré de frente,
y me iré feliz con ella.
                                                                                                                    A.R.M.

Pensamientos.

   Maldita sociedad que levanta muros,
que mata deseos, que ahoga, que hiere,
que impide a los hombres labrarse un futuro,
maldito el Sistema que no les protege.
   Yo que he conocido culturas diversas,
con leyes sociales que animan, que velan,
que tienen razones que anulan tristezas,
que escuchan, que hablan, reparten riquezas.
   Malditos aquellos que callan, que otorgan,
que no dicen nada, que llenan su bolsa.
Que oprimen, que abusan, que pisan con fuerza,
que no les remuerde su negra conciencia.
   Se escuchan los gritos de ancianos, de niños,
que mueren ahogados buscando refugio.
Quitad esos muros que impiden la vida,
que cortan, que rajan, que sesgan las vidas.
   Europa no quiere afrontar el problema.
Auxilia a esas gentes, abre tus fronteras.
No digas lo siento, no alivies conciencia,
socorre a las gentes, no cierres tus puertas.
                                                                                                             A.R.M.

domingo, 17 de enero de 2016

La soledad del silencio.

   Perdido en el mundo oscuro,
deambulaba ciego, a tientas,
y a los dioses supliqué,
pedí ver en las tinieblas.
   A veces cuando estoy solo,
y me acompaña el silencio,
que corta, desnuda el alma,
y que te lleva muy lejos.
   La mañana oscura, fría,
sopla un gélido viento.
Duele en el rostro, me azota,
y corta como el silencio.
   Pienso, luego estoy despierto
y con los ojos abiertos.
En esa fría mañana,
veo que llega el invierno.
   Tengo callada respuesta,
en mis súplicas lloré,
una plegaria en silencio,
el amor no pudo ser.
   Escucho un eco perdido,
que añora todo mi ser,
ese amor que no he vivido,
agua no pude beber.
   Viento, muerte, desafío,
tira del alma el recuerdo,
y emulando a Calderón,
¡pienso que la vida es sueño!

                                                                                                            A.R.M.

viernes, 15 de enero de 2016

Los cuatro palos de la baraja.

   Después de ver en el Parlamento la elección de la Mesa y el comportamiento de su "Señorías", puse a trabajar el intelecto para buscar, en lo posible, similitudes, parecidos, cosas que pudieran compararse con mi País.
   Me echaba .humo la cabeza de tanto cavilar, cuando de repente, se me encendió la lucecita que me indicaba que había encontrado la solución, el parecido buscado:¡ mi País era lo más parecido a una baraja de cartas!. Y aunque no esté bien decirlo, creo que no me había equivocado. Los jugadores, inquietos, miraban las bocamangas de las camisas de los demás por si se distraía alguna carta especialmente los ases. Los envites se sucedían ante el nerviosismo de todos. En el Parlamento pintaban copas, y como es natural, con los vapores del alcohol, a los jugadores se les subió la adrenalina y en vez de mirar las cartas que les habían tocado, se miraban la entrepierna quizás por aquello de "yo de puro macho". El problema es que no era una cuestión de entrepierna sino de masa gris; de entender el juego y jugar sus cartas sabiendo de antemano que no siempre es posible ganar la mano y que el consenso y el respeto son necesarios en toda partida.
   Hubo un lance en el juego en el que los jugadores se pusieron de acuerdo y la "mano" salió casi perfecta aunque uno de los jugadores, por no implicarse en el juego, no salió contento. Pero en el "Tute", es necesario jugar y además hacerlo bien con las cartas que te tocan. Terminó la partida con los gritos de algunos de los partidarios de los jugadores que aseguraban que la "partida democrática" había empezado con ellos y no en el setenta y ocho.
   El juego de bastos (palos), ya lo habíamos jugado y los de siempre. la clase pobre y la clase media, recibieron más de lo que podía aguantar su ya menguado peculio. Sin embargo. el que repartía cartas, acallaba las protestas de los demás con el imperativo grito de ¡calla y roba!. Esperemos que en la próxima partida y en los juegos, pinten espadas (justicia)y esta obligue a devolver lo antes robado a la mesa y por tanto al País. El de Oros (dinero, riqueza) tenemos la esperanza de que sea beneficioso para todos especialmente para los que menos tienen y equitativamente reparta la riqueza que resulte de la partida. Todo dependerá de los jugadores y como es natural, en el juego de cartas el que no sabe jugar con las cartas que tiene, irremisiblemente pierde. Veremos las próximas partidas. Esperemos que los jugadores estén a la altura del juego y de lo que se juegan.
   Si en el siglo XVII D. Pedro Calderón de la Barca hubiese vislumbrado el Parlamento Español del siglo XXI, seguro que no hubiera escrito el Auto Sacramental "El Gran Teatro del Mundo" sino la Ópera Cómica "El Gran Circo del Parlamento" y seguro que entre las diferentes actuaciones se hubiera quedado con la de los "payasos".
   De lo que no estoy muy seguro, quizá porque me estoy haciendo viejo, es si la Lotería del Niño fue el día seis de enero, ya que visto lo visto en el Parlamento.... .

                                                                                                            A.R.M.
.

sábado, 9 de enero de 2016

Alegría y tristeza.

   Aún era yo muy niño,
creía en los Reyes Magos,
en esa Mágica Noche,
con la que todos soñamos.
    Pronto llegó la mañana,
y ¡oh sorpresa¡, al despertarnos,
en el árbol de Nöel,
había muchos regalos.
   Gritos de júbilo daba,
gritos daban mis hermanos.
No sabíamos qué coger,
¡tantos regalos colgados!
   Recuerdo con emoción,
de niño aquellos años,
la infancia que ya se fue,
de esos años dorados.
   Ya lejos de mi niñez,
de camino hacia el ocaso,
tengo guardada en mi mente,
la Noche de Reyes Magos.
   Me siento ahora culpable,
al ver los niños ahogados.
Ya no tendrán esa Noche,
ni ese árbol con regalos.
   Yo pregunto a los Gobiernos
de esa Europa que creamos,
por qué mueren en sus playas,
y su llanto no escuchamos.
   Juguetes de guerra son,
marionetas, destrozados.
Sólo buscan en la vida,
una ayuda, un regalo.
   La muerte selló su aliento,
en una playa cualquiera,
dormidos en el silencio,
de una Europa traicionera.
   Pienso que si están despiertos,
los Magos pasan de largo,
pero esperan en el Cielo,
regalos muchos regalos.
   Allá en el Cielo hay un árbol,
de él colgados regalos,
y el Dios que les dio la vida,
espera junto a los Magos.
   Si todos los niños fueron,
por un mismo Dios creados.
todos tienen el derecho,
de ver a los Reyes Magos.
                                                                                                     A.R.M.

viernes, 8 de enero de 2016

Mañana de Reyes Magos.

   Anoche soñé despierto,
de regalos rodeado,
viendo entrar por la ventana,
de Oriente los Reyes Magos.
   Como todo niño hace,
en esa noche de Magos,
dejé a los pies de mi cama,
un par de negros zapatos.
   Había escrito la carta,
por mi madre aconsejado.
Juguetes muchos juguetes,
pedí en mi carta a los Magos.
   Desperté muy de mañana,
primero vi los zapatos,
golosinas, caramelos,
los bombones deseados.
   Corriendo llegué al salón,
con mis padres de la mano,
delante del verde pino,
grité lleno de entusiasmo.
   Regalos para mis padres,
juguetes para mi hermano,
y la roja bicicleta,
allí me estaba esperando.
   Pensé que todos los niños,
en ese día señalado,
juguetes debían tener,
el día de Reyes Magos.

                                                                                                  A.R.M.

sábado, 2 de enero de 2016

Providencia y Sociedad.

   Siempre es difícil analizar, sobrevolar el momento crítico en el que nos encontramos, en el que las ideologías y las creencias tienen un papel preponderante en la sociedad. No se trata de encontrar una solución superficial y que la Providencia nos ampare, como nos ocurre en muchas ocasiones, sino de ajustar, de consensuar una posición política, económica y social que nos lleve a la raíz del problema. En caso contrario, aquello que nos costó un enorme trabajo levantar, es decir, sangre sudor y lágrimas, a mi humilde entender, vamos derechos al suicidio.
   Sin embargo, nuestra sociedad ha llegado a considerar un cierto número de reglas, de conceptos que hacen que su estructura social tenga la dinámica, la fuerza suficiente para hacerse escuchar y entender. Hemos votado y nuestra sociedad, nuestra democracia aún inmadura, espera la reacción,los acuerdos entre los partidos políticos que forman el arco parlamentario para llevar a buen puerto el "Navío España". Como antes dije hemos votado, pero somos incapaces de "botar" a los políticos que lejos de poner de manifiesto y ahondar en aquello que les une, la Nación, de consensuar propuestas y de dialogar, prefieren mirarse el ombligo, pero no se dan cuenta de que ese pliegue que representa su egocentrismo, ¡oh sorpresa!, es redondo como todos los demás.
   Echarse en manos de la Providencia para resolver cuestiones económicas y sociales, no es aconsejable aunque algunos tengan su particular Ángel de la Guarda al que llaman Marcelo. Yo soy creyente, no beato, pero jamás se me ocurriría anunciar que hablo con él. Eso es extríctamente  personal e íntimo. Pero todos sabemos que a causa de mirarse tanto el ombligo .....
    Creo que existe la Providencia y que esta se manifiesta de forma intermitente aunque claro, no podamos verla. Si la viéramos, todo sería simple y sencillo. Dejar que ella actúe y relajarnos esperando que nos resuelva situaciones que nos vienen grandes y que en nuestro cotidiano "dolce far niente" nos encomendamos a Ella. "Levántate y anda" dice la Providencia, pero si no te pones en marcha, si no crees en ti, Yo no te podré ayudar.
   Esta forma de hacer, de actuar, conlleva en si una definición que más concierne a la religión que a la sociedad de un Estado laico. La Providencia sería la creencia en la existencia de una realidad transcendental y determinante; algo sobrenatural que rige el destino del Universo. Sin embargo, la sociedad, el hombre, la confunde con la suerte, la casualidad. al no creer en Ella. Pero el mito y los ritos de que algo nos acompaña, es consustancial a toda sociedad.
   En mi modesta opinión, la fe y la conducta tanto ética como moral, son inseparables y por tanto asociadas a la religión, fundamentales en la sociedad, en la convivencia, que hacen del individuo un ser libre pero que necesita creer en algo. Esto le permite la creencia en la suerte, en el destino ansiado y en resumen en la Providencia. Tú eres el actor, el intérprete de tu futuro, de tu destino, pero para  conseguirlo, para alcanzarlo es imprescindible que creas en ti, en él.
   Comer y procrear, era algo a lo que las sociedades primitivas encaminaban sus acciones para sobrevivir. Para la mentalidad primitiva, el mal era sobre todo el hambre y no tener hijos, de ahí que buscando su bien, el de la familia y el de la tribu, buscara en su instinto la alianza con las fuerzas según él sobrenaturales y buscar, organizar su vida en consecuencia con ellas. Y esa creencia la sociedad actual pude interpretarla de muchas y variadas formas. Yo la llamo Providencia. Somos un pequeño grano de arena en el espacio infinito. Y es contemplando su luminosidad, su inmensidad, donde se expresa la grandiosidad de la Divina Providencia.
   Viajamos del pasado al presente, a la sociedad actual que reclama de aquellos que la dirigen, un esfuerzo para asegurar el gobierno de la Nación sin tener en cuenta las exigencias y los protagonismos individuales. ¡Levantaos y andad!, es una promesa, un mandato y un futuro.

                                                                                                    A.R.M.