Hojas secas.

   Cuando pienso que he vivido,
mi vida casi contento,
los amores y enemigos,
los olvido, no los cuento.
   Cierto que he sufrido engaños,
quebraderos de cabeza,
sinsabores en la vida,
pero no les hago cuenta.
   Como el soldado en el frente,
que espera tras la trinchera,
a que suene el cornetín,
ya cansado de la guerra.
   La paz, cuando llega el final,
y te apartas de la senda,
no volverás al camino,
de la vida que es ofrenda.
   Qué bonita que es la vida,
qué triste será perderla,
cuando el otoño te alcanza,
y sólo das hojas secas.
   La vida es como un camino,
que se alarga, serpentea,
y que una vez recorrido,
te lleva a la gran pradera.

                                                                                                         A.R.M.

Tiempo tormentoso.

   Ya se escucha en la negra serranía,
el tambor ronco del terrible trueno,
resonaba el eco, olíase el heno,
de timbales sonido parecía.
   De súbito parose la tormenta,
campanillas, cascabeles se oían.
La tierra por el agua atormentada,
de colores mil flores se veían.
   Se paró el caminante bajo un árbol,
del sinuoso camino descansando,
largo sendero de espinas caminando.
   Ya se vislumbra la cima del monte,
ya del viajero su espíritu en alza,
y ve el otro lado, el final alcanza.


                                                                                                                 A.R.M.

Eternamente.

   Dijo Bécquer en sus rimas,
que el amor era el infierno,
es como un beso que hiere,
y que aviva el fuego eterno.
   Muy joven la conocí,
ella, nacida en Baeza,
no sé por qué me gusto,
su dulzura, su belleza.
   Esperanza se llamaba,
esperanza todo en ella,
su cuerpo se dibujaba,
yo, me moría por verla.
   Siempre temí su mirada,
que a través de negras rejas,
se reía, se burlaba,
de mi increíble torpeza.
   Jamás encontré palabras,
cuando estaba junto a ella,
no supe qué me ocurría,
y no encontré la respuesta.
   Pero un febrero travieso,
en mi senda se cruzó,
vinimos de vacaciones,
y coincidimos los dos.
   Gran ilusión me invadió,
yo no podía creerlo,
pero desde ese anochecer,
siempre he vivido en el cielo.
   De tu amor como un esclavo,
de rodillas y vencido,
con lágrimas y suspiros,
sueña con el ser querido.
   Sin darme cuenta de nada,
en mi creció la ilusión,
abrazados y en silencio,
el dulce beso llegó.
   Yo le dije que la amaba,
mi cuerpo, todo pasión,
la enlacé por la cintura,
y el tiempo se colapsó.
   Con el rocío en tus labios,
rojo sol de amanecer,
como un imán que me llama,
en él quiero fenecer.
   Vuelve la memoria antaño,
a todo lo acontecido,
paso revista a mi vida,
y al inmenso amor vivido.
   Y al cielo le doy las gracias,
por vivir acompañado,
del amor que me ha marcado,
y que es real, no soñado.
                                                                                                                 A.R.M.

Mirando la vida.

   A la luz de un candil leo la vida,
desfilan los hechos, la mente fría,
silencio se escucha, el alma dormida,
y allá a lo lejos las sombras reían.
   Árboles fantasmas verde vestían,
el negro sendero rocas tenía,
en el bosque, qué gran tristeza había,
cuando la tarde se desvanecía.
   Largo camino de piedras y espinas,
triste destino que te fue trazado,
es el sendero por el que caminas.
   Duro trabajo que no fue cumplido,
vida tirada por no ser querido,
personas que mueren en el olvido.


                                                                                                                    A.R.M.

Poderes.

   Te dejo el poder que tanto ambicionas,
que oprimes al pueblo que sufre y llora,
maldito el poder que tienes ahora,
no mientas, no engañes a las personas.
   Te cedo el poder y la "cleptocracia",
con el pueblo quedo alzada mi frente,
pidiendo justicia para la gente,
que sufre y pena, que cae en desgracia.
   Puede que un día a marchas forzadas,
un viento nos traiga nueva esperanza,
la salvia nueva que rápido avanza.
   Ya llega la hora, la esperan con calma,
las gentes, el pueblo de una nueva raza,
que pide que borren de otros las trazas.


                                                                                                                A.R.M.

A Nuestro Padre Jesús.

   Un año más ha pasado,
y en su ermita el Nazareno,
vuelve a salir a la calle,
a estar vuelve con su pueblo.
   Con paso lento, indeciso,
en el rostro el sufrimiento,
encorvado por la cruz,
sufre mucho el Nazareno.
   Se oye un ¡ay! lastimero,
que rasga, rompe el silencio,
y una saeta que hiere,
en lo más profundo al pueblo.
   Has recorrido sus calles,
al pueblo dado tu aliento,
Jaén te guarda en su alma,
venera tu Santo Cuerpo.
   Recorre un escalofrío,
se me eriza todo el vello,
cuando se escucha en la noche,
un ¡viva, viva el "Abuelo!.
   Hoy no he podido asistir,
y me invade el desaliento,
por no poder contemplar,
Divino Rostro en silencio.


                                                                                                                A.R.M.

La sociedad y su producto.

   Las sociedades en general, todas sin excepción, en el transcurso de su historia han necesitado dar un paso atrás para impulsarse hacia adelante, hacia su futuro. Mirar al pasado, analizar los hechos y actitudes negativas de sus dirigentes para mejorar la vida de los ciudadanos a los que dirigen.
   En conversaciones amistosas con el grupo de amigos que nos reunimos para tomar una copa, siempre discutimos, hablamos sobre el momento social, político y económico en el que nos encontramos. Opiniones e ideologías hay para todos los gustos y tendencias. Unos consideran al hombre como un ser corrupto por naturaleza, otros que el poder corrompe y que por tanto la corrupción está ligada al poder. Aquellos que esta es una forma de vida que por nuestra ineptitud nos merecemos. Todos o casi todos opinan que todos los políticos son corruptos y que el ciclo vital del robo y el saqueo de las arcas públicas, se va renovando legislatura tras legislatura y del que no podemos escapar. La sociedad sería como una jungla maléfica y salvaje en la que los corruptos se llevarían la parte del león dejando al resto de la sociedad en la indigencia.
   Mis queridos amigos no tienen en cuenta el pilar básico de toda sociedad, el Sistema Educativo y Social en el que todo individuo crece y se desarrolla, imprescindible en toda sociedad y que desemboca en la "Socialización". Yo la defino como la inteorización, la asimilación de un cierto nombre de hábitos intelectuales conformes a las normas de la sociedad a la que quieran o no pertenecen. Esta "Solicialización", este proceso únicamente se puede desarrollar en la educación. Esta debe tener por objeto incitar y desarrollar en el educando ciertos caracteres físicos, intelectuales y morales que la sociedad le reclama como miembro de ella; como sujeto a la que está destinado. Es decir: educar al individuo. adaptarlo al medio social, político y económico en el que está destinado a vivir. La sociedad implica una serie de reglas que el ciudadano debe cumplir.
   Pero todo Sistema Educativo por muy perfecto y avanzado que sea, no debe olvidar que la escuela, la educación social y política, debe crear hábitos de comportamiento pero también reglas que todo ciudadano como producto está obligado a cumplir. Lo esencial de la adquisición de hábitos y reglas, los juicios de valores, el respeto al otro al que todo Sistema Educativo debe contribuir. A partir de ahí podremos decir que la educación ha cumplido su función: formar ciudadanos competentes, activos y conscientes, que sean capaces de tomar decisiones que la vida política, social y económica le reclama a cada instante.
   Pero para llevar a cabo ese importante e ineludible trabajo de formación del ciudadano es necesario creer en él. En efecto, la vida económica y social contribuye, forma el tejido base del individuo desde su nacimiento y que será inmerso en él hasta su muerte. Es por ello que el Sistema Educativo, el Estado deben tener en cuenta cinco elementos de vital importancia:
1.- Función de la Institución Escolar en la formación social, política y económica del individuo.
2.- Objetivos a corto, medio y largo plazo.
3.- Contenidos y materias.
4.- Métodos a seguir.
5.- Medios empleados.
Unos y otros son coherentes, e interdependientes para que el educando aprenda a ser un ciudadano libre,independiente, para que su voz se pueda oír en el Estado del que el mismo forma parte.
   La política, ha sido, es y será una actividad general del ser humano en el transcurso de su historia. Esta ha presentado diversas formas y creado todo tipo de Instituciones. La más importante es la creación del Estado en las civilizaciones modernas. Y la Democracia como forma de Estado y de Gobierno es sin lugar a dudas la ideal; ya que hace al individuo partícipe del Gobierno cuya función es la de facilitar la vida del ciudadano.
   Sin embargo. en nuestro amado país, arrastramos con respecto a otra naciones, un déficit democrático que se remonta al "Tratado de los Toros de Guisando" y que nos impide ver que en todo Estado de Derecho los tres poderes que lo forman: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial deben ser libres e independientes para que el Sistema Democrático sea justo, equitativo e inviolable.
   Queridos amigos, la frase tan popular pero poco democrática "no podemos hacer nada contra la corrupción", es como una sentencia, una losa que nos impide saber que el Estado de Derecho tiene suficientes instrumentos y leyes para impedir todo ataque contra él. Y es al pueblo al que corresponde obligar, exigir a sus gobernantes el estricto cumplimiento de las leyes que el mismo se dio, y que estas sean de justa aplicación para todos sin excepción alguna.
   Pero si estamos dispuestos a pensar, a trabajar, a aprender pero con lucidez, si adquirimos confianza en nosotros mismos, fundada en la verdad de nuestra sociedad, en el esfuerzo y no en el "pelotazo" o en el dinero fácil, en la persistencia de nuestra acción, tendremos la seguridad de que la sociedad que hemos creado, habrá llegado a su mayoría de edad y caminará, saldrá adelante sin caer en el desaliento. La inteligencia es una de las expresiones del poder y junto con el trabajo inciden sobre la realidad y no olvidemos que como resultados de la Socialización, hacen posible el sueño.


                                                                                                                     A.R.M.

Una cabaña.

   Era de noche en la fría cabaña,
la lumbrecilla, apenas calentaba.
Por las rendijas el frío con saña,
al pobre pastorcillo maltrataba.
   En la chabola de tablas y ramas,
la puerta rota, rotas las ventanas.
En la cabañuela sólo dos camas,
las mantas rotas, viejas las sábanas.
   Qué penosa vida al pastor aguarda,
el gélido viento que no descansa,
él con su fiel perro, ovejas guarda.
   Los verdes pinos, en el monte nieva,
balan las ovejas, el perro ladra,
y un hálito frío el aire lleva.



                                                                                                            A.R.M.

Tristeza agarena.

   Triste la Sultana, el palacio llora,
amargas las flores, las amapolas.
Se fue la reina, la hermosa mora,
más allá en la playa, lloran las olas.
   Las altas torres, bermeja alcazaba,
cual atalayeros huríes guardan.
Con ligero paso despierta el alba,
y la blanca Luna, negra almohada.
   Aguas cristalinas, las fuentes cantan,
las rojas murallas, el Sol descansa,
y en bellos vergeles princesas bailan.
   ¡Ay si yo pudiera ser como el alba!,
verte dormida, de seda sábanas,
contemplar el rostro que tanto amaba.




                                                                                                                       A.R.M.

Más allá del balcón.

   Me he asomado al balcón,
para ver el fin del mundo,
más allá de las tinieblas,
lejos del sueño profundo.
   Nacer y vivir la vida,
crecer sin temor alguno,
ayudar en lo posible,
a este mundo que es el tuyo.
   No desprecies la pobreza,
porque ella es la riqueza,
de los pobres que en la Tierra,
sufren de hambre y miseria.
   Siempre existieron los ricos,
y la indigencia, los pobres,
unos viven la opulencia,
otros se mueren, no comen.
   Cuando pienso que yo tengo,
una casa que me acoge,
que como todos los días,
y una cama en la noche.
   Si al nacer a ti te toca,
en el bando del pudiente,
reparte lo que te sobra,
comparte tus grandes bienes.
   Puede que llegue algún día,
que te apiades de los pobres,
porque dime: ¿tú qué has hecho,
para ser rico y no pobre?.

                                                                                               A.R.M.
 

Bolsillos.

   Cuentan historias peregrinas que hubo una vez un país, cuyo recuerdo se remonta a los tiempos de Maricastaña, en los que a sus gentes y a sus gobernantes, se les llenaba la boca con grandilocuentes palabras en las que el Estado de Derecho y la Democracia eran la base de toda discusión. Tan virtuoso país se creyó el ombligo del mundo y la reserva espiritual de Occidente, y a fuerza de tanto mirárselo, cayeron en las más profunda ceguera. La ceguera de sus dirigentes, basada en el "no quiero ver", se trasladó al pueblo que anduvo ciego, sin rumbo por el laberinto político en el que se vio inmerso por arte del "y tú más".
   En la moda masculina y femenina, hubo partidos políticos que cambiaron las normas y los bolsillos de chaquetas y pantalones se multiplicaron de forma alarmante ante el estupor de los ciudadanos que no comprendían tal cambio de moda.
   A tan novedosa innovación en la forma de vestir, de inmediato se le planteó un problema: al tener los trajes tantos bolsillos, había que rellenarlos de algo. Avispados partidos tuvieron la clarividente idea de camuflar en ellos sobres que darían juego con los bolsillos y más aún si estos contenían dinero. Dinero que no servía para otra cosa que no fuera resaltar y hacer más elegante la esbelta y agraciada figura del que vestía el traje y a mayor gloria del partido al que representaban. Pero he aquí, que como a todo ser humano, le puede fallar la memoria, a estos modelos de impecable figura y exquisitas maneras les falló. Tuvieron lapsus repetitivos y el dinero de los sobres cayó en el olvido.
   La moda y el relleno de sobres fue de tal intensidad, que ocasionó un enorme gasto público y las finanzas del país se resintieron ante el despilfarro de sobres y del contenido. Hubo sobres de todos los tamaños y colores que se acoplaban como un guante al dinero que contenían y que hacían juego con el color azul marino de los trajes que la "bolsillera" moda había impuesto.
   Como a toda moda o "Pichi", le llega la reforma de la moda o "Repichi" que el pueblo en Asambleas Populares exigió. Ante el "París bien vale una misa". Nacieron nuevas ideas, nuevos y jóvenes partidos dispuestos al cambio o a la eliminación de tan maquiavélica moda. Todo desembocó en Elecciones Generales que dieron un resultado inquietante pero representativo de lo que pensaba el pueblo. Después de múltiples reuniones y algún que otro pacto, aún no se han enterado de lo ocurrido y no se han puesto de acuerdo en la reforma de la contrarreforma. Es decir en la moda de los trajes con múltiples bolsillos, y si los tienen, estos deben ser tansparentes. Es en realidad lo que este humilde narrador llama el "Recontrapichi".


                                                                                                               A.R.M.