Cincuenta años.

   Las cinco de la mañana,
no sé por qué me despierto,
me enfrento de nuevo al día,
con los ojos aún soñolientos.
   Mi mente es un hormiguero,
que se llena de recuerdos,
de mi aventura en la vida
y de felices momentos.
   El amor no es un suplicio
aunque te duela muy dentro
vives en un mundo aparte,
en un reducto de ensueño.
   Si ya compartí mi vida,
aún no desperté del sueño,
porque yo la sigo amando,
la sigo amando en el tiempo.
   Nos juramos mutuo amor,
y sin dejar de querernos,
recorrimos un camino,
construimos un te quiero.
   Eras preciosa de joven,
cuando dijiste sí quiero,
y mirándome amorosa,
me prometiste el cielo.
   Son los CINCUENTA años,
se pasaron como un sueño,
y ante Dios, yo te lo juro,
que te repito sí quiero.
                                                                                                      A.R.M.

Malos vientos.

   En la vieja barraca, todo es silencio,
la madera se escucha crujir con el viento.
En la choza vecina, llora un chicuelo,
y a su llanto de pena, responde un perro..
   Con fuerza cae la lluvia, rompe el silencio,
y las gotas de agua siguen al viento.
La miseria, el hambre, males eternos,
cuando soplan con fuerza, todo es silencio.
   Un aullido feroz, produce el viento,
cuando con ira sopla en los prados yermos,
arrasando la vida de todo un pueblo.
   Se para en seco la vida, sin aliento,
su casa arrasada, no tienen techo,
y la sed de justicia anida en ellos.


                                                                                                                                       
                                                                                                        A.R.M.

Salario y sudor.

   Cuando veo trabajando,
al obrero al segador.
Cuando veo sus espaldas,
encorvadas, de sol a sol.
   Un salario de miseria,
para empapar el sudor
y la huella de la bota,
con que le aprieta el señor.
   Les piden que trabajen más,
pero por menos dinero.
¿Por qué tienen que pagar
los platos que no rompieron?
   La injusticia me corroe
y me nubla la razón.
Nadie defiende al obrero,
nadie tiene solución.
   Lo importante es el dinero,
ya que no tiene color.
Tanto tienes, tanto vales,
en este mundo de horror.

                                                                                                            A.R.M.

El niño y la Luna

   Abrázame madre,
que tengo frío,
el amor de tus brazos,
es mi cobijo.
   Cuando salga la Luna,
en el cielo frío,
no la dejes, acúnala,
como a tu niño.
   No la dejes que llore,
el viento es frío,
y en la helada noche,
hiere a tu hijo.
   El sádico Eolo,
con dientes fríos,
en la noche aterra,
a la Luna y al niño.
   Un sonido de "nana",
rompe el silencio,
y el niño de la Luna,
encuentra el sueño.
   En tus brazos de seda,
dulce almohada,
sonriente la Luna,
duerme descansa.

                                                                                                      A.R.M.

Sonata de amor.

   Cuando imagino tu cara,
es dulzura,es leyenda.
Cuando mi espíritu vaga,
más allá de las estrellas.
   Cuando pronuncio tu nombre,
que sabe a menta y canela,
no quiero quedarme solo,
porque la locura acecha.
   Sueño que me quedo solo,
en este mundo que pena,
y cruzo el mar tenebroso
sin dejar atrás mis penas.
   Porque si vivo contigo,
en esa dulzura eterna,
en ese mundo de ensueño,
pleno, lleno de promesas.
   La vida es como un torrente,
que el amor lo para, frena
y lo convierte en remanso,
de aguas dulces serenas.



                                                                                                            A.R.M.

Vuelo.

   Cuando suene la campana,
triste, tocando a muerto,
mi espíritu será libre
en el eterno sendero.
   Allá a lo lejos vislumbro,
algo que yo no comprendo,
vuelo sin saber por qué
por los espacios etéreos.
   Abajo quedan los míos,
velando el cuerpo ya muerto,
ronca suena la campana,
toca anunciando el entierro.
   La vida comprendo ahora,
lo que hice y lo no hecho,
cuando el reloj de mi vida,
no pueda seguir latiendo.
   Veo mi cuerpo yacente,
y que enfrento la Verdad,
y que mi espíritu vaga,
buscando la eterna paz.


                                                                                                                       A.R.M.

El barquito de papel.

   No se llamaba "el Temido",
mi barquito de papel,
ni será muy conocido,
pero con él yo navegué.
   Los sueños de aquel chiquillo,
que construyó tal bajel,
permanecen, no se fueron,
perduran, viven en él.
   Larra soñó que era libre,
como antes yo lo soñé,
y en las aguas de un arroyo,
con mi barco navegué.
   No te rompas le gritaba,
aguanta, navega bien,
que no te traguen las olas
aunque seas de papel.
   Orgulloso de mi barco,
con chinas yo lo cargué
y derrotado en mi orgullo,
al fondo me fui con él.


                                                                                                       A.R.M.

Tarde tormentosa.

   La dulce brisa del mar,
trae en silencio las olas,
plateados pececillos
y las blancas caracolas.
   La tarde apacible, tranquila,
se transforma, se violenta
y enseña su horrible cara,
en la orilla, en la ribera.
   El trueno sordo en el mar,
como un eco ya resuena,
y en los negros nubarrones,
un gran rayo serpentea.
   Un bajel de velas blancas,
entre aguas turbulentas,
como un centauro cabalga,
para huir de la galerna.
   El viento sopla con fuerza,
y como dardos la arena,
brillando como cristales
se unen a la tormenta.
   Neptuno aplaca su ira.
Eolo mitiga su fuerza,
y del mar las olas vuelven,
suaves, tranquilas, serenas.

                                                                                                              A.R.M.

Recordando a Platero

   Cuando imagino un burrito,

siempre recuerdo a Platero,
con sus ojos de azabache,
negros, de intenso negro.
   Sus paseos por la playa,
entre la arena y el sol,
son imágenes grabadas
del Nobel, de Juan Ramón.
   Una charla como libro,
que al mundo entero encantó,
y un rebuzno silencioso
que Platero nos dejó.
   Un canario que se muere,
en su jaula de oropel.
Ya no se escucha su canto,
con el nuevo amanecer.
   Un trotecillo travieso,
asusta a las florecillas,
margaritas, amapolas
y las verdes hierbecillas.
   De desayuno, las uvas,
mejor si son moscatel,
higos morados, maduros,
con sus gotitas de miel.
   Si te llamaban "el loco,
allá en tu pueblo, Moguer,
con su tierno borriquillo,
por las calles monta en él.
   A este alegre borriquillo,
que inspiró al gran escritor,
de pelo grisáceo, suave
como hecho de algodón.
                                                                                                             A.R.M.

Búsqueda.

   Busco mi sombra en la noche,
pues ya no recuerdo el día,
puede que en sueños la vea,
puede que no esté perdida.
   Sueño que en el Paraíso,
donde el amor se eterniza,
no hay sombras ni nubes negras,
sólo hay amor a la vida.
   Un poeta enamorado,
busca en la noche a su Musa
y sus versos que desgarran,
buscan su sombra en su huida.
   Si en tus de amor los poemas,
cantas de nuevo a ese día.
Si a tu sombra ya encontraste,
vuelve de nuevo a la vida.
   La noche, oscuro sendero,
velas tenues que brillan,
la Luna con paso lento,
se marcha al llegar el día.


                                                                                                              A.R.M.

A tumba abierta.

   El espectáculo que se produce en el Parlamento en cada Sesión de Control al Gobierno, es lamentable y
desconsolador y al mismo tiempo, nos produce una sensación de ira y de tristeza ante la actitud de los
Partidos Políticos y de los Gobernantes del País ante la sarta de mentiras y de atropellos sociales con los
que diariamente castigan al sufrido pueblo.
   Por una flaqueza del entendimiento humano, las grandes verdades, suelen pasar por el mundo entre dos
errores: uno radical que las niega y por tanto las excluye de la vida social y otro que aún sabiendo que existen, pactan y conviven con ellas, lo que puede ser también una negación explícita de la realidad.
   El problema social, sigue agravándose por momentos y aunque según el Gobierno las exportaciones
van en aumento, la realidad es que el aumento de esas exportaciones, es la bajada del salario real.
   La cuestión económica se pone cada vez más imposible. ¿Y qué hace el Parlamento? Prácticamente nada.
Se disputan de cara a la galería con el y tú más.
   Hemos llegado al límite. Nuestra Moderna Democracia degenera en el " gobierno de los peores " y la
demagogia rinde pleitesía a la prepotencia, a la corrupción, al nepotismo y al despotismo más indigno.
   La soberanía popular debe poner frente a aquellos cuyos ojos no quieren ver, las consecuencias del
sombrío futuro que nos amenaza ¡Ya!
   Señores Gobernantes: el hambre, la miseria, la desprotección social, los sin trabajo, los que deambulan
al anochecer buscando en los contenedores algo para comer, son realidades sociales que dañan la vista y
te revuelven las tripas. Pero aún, con su mayoría, pueden resucitar una ley de amargos recuerdos. Una
nueva Ley de Vagos, Pobres, Desahuciados, Sin trabajo y Maleantes. Encarcelándolos a todos resolverían
de un plumazo el Problema del Paro. Claro: siempre les quedaría el problema de la Corrupción Generalizada Pero eso no toca hoy y además, siempre nos encontraríamos con el sempiterno: y tú más.
   Hoy nos hemos encontrado con la sorpresa de una nueva frase como " bulo de verano " en boca del
Sr. Presidente: Regeneración Democrática. Pero yo me pregunto si sabemos lo que es y lo que pana el
Gobierno su puesta en ejecución conlleva.

                                                                                                                  A.R.M.
...

Otro mundo.

   Soñé con un mundo nuevo,
pero estaba equivocado.
Soñé que vivía feliz,
soñé que volaba alto.
   Desperté a la realidad,
de esta España que yo amo.
De un País in misericordia,
de hambre,miseria, espanto.
   Aquellos que nos gobiernan,
mercaderes del trabajo,
nada tienen que ofrecer,
al pueblo que sufre tanto.
   Porque si el negro futuro,
con miseria y sin trabajo,
con el hambre de los niños,
los sin techo, los desahucios.
   Ciudadanos del País,
poneos en marcha, andando,
para exigir otra vida,
pidiendo un justo reparto.
                                                                                                                        A.R.M.

OLIVOS. A Miguel Hernández

   ¿ Quién levantó los olivos ?

Preguntaba allá en sus versos,

no los levantó el señor,

sino los brazos obreros.

   De Jaén los andaluces,

de Jaén olivareros,

son las sobras del señor,

que recogéis por el suelo.

   Levantaos con un grito,

y los brazos hacia el cielo,

pidiendo un salario justo

y no el salario del miedo.

   El sudor riega la tierra,

donde están esos olivos,

anclados en esa tierra,

con sus brazos retorcidos.

   Si la aceituna es el fruto,

fruto negro del olivo,

las manos secas, torcidas,

como raíces de olivos.

                                                                             a.r.m.

HAMBRUNA.

   Ya son más de dos millones,
que no tienen esperanza,
que no tienen que comer,
que lloran; no tienen nada.
   ¿ Por qué nuestra sociedad,
del hambre ya no se alarma ?
Volvimos a la postguerra
con este hambre que mata.
   ¿ Qué sociedad tenemos,
que pierde los niños, la infancia ?
Que no tienen un sustento,
que no tienen un mañana.
   Cuando leo las noticias,
de los niños, de esta España,
pienso que los gobernantes,
no son dignos, que se callan.
   No neguéis la realidad
del hambre que vive España.
¿ Por qué miráis a otro lado
y a ellos volvéis la espalda ?
   El hambre, negro estilete,
que a la infancia, hiere, mata,
con dolor profundo duele,
dolor que clama venganza.
                                                                                    a.r.m.

Noche oscura.

   La noche serena, oscura,

las estrellas danzan, bailan,

y la Luna sonriente,

destellos tiene de plata.

   Un lucero muy travieso,

a la Luna se le escapa,

y con gestos maternales,

al lucero le regaña.

   En la pradera del cielo,

brillan luciérnagas blancas,

y un pastorcillo amoroso,

sueña un amor escarlata.

   Qué tendrá la noche oscura,

que espera que llegue el alba,

y a su Luna adormecida,

a su lecho la acompaña.

                                                                              a.r.m.