sábado, 25 de octubre de 2014

Canto a Mariana Pineda.

   Si yo pudiera escribir
a mi Mariana un verso,
una canción que no olvide,
la injusticia, el atropello.
   Está bordando un vestido
para que su hija lo lleve,
un vestido de volantes
con flores y encajes verdes.
   ¡Qué triste día Granada!
el Sol se oculta, ya llueve,
y los negros nubarrones
cubren la tarde que muere.
   García Lorca ensalzó
en un romance profuso,
en un póstumo homenaje
a tu coraje profundo.
   De ejemplo sirva tu muerte
en un cadalso maldito,
por no aceptar la injusticia,
la ley de un rey absoluto.
   Encadenada en su celda
se sometió al sacrificio,
ofreciéndonos su vida
y defendiendo a los suyos.
   Llora en silencio Granada.
Albaicín viste de luto.
Un hueco le abre la tierra
a su cuerpo ya marchito.

                                                                                  A.R.M.

Juventud perdida.

   Recordando mi niñez,
hoy vuelvo al tiempo pasado,
aquellos tiempos felices,
aquellos tiempos de antaño.
   Los recuerdos de mi casa
con ese jardín dorado,
cuando libres y felices
jugábamos los hermanos.
   Es cierto que fui creciendo,
en el tiempo, en el espacio.
Esa etapa de mi vida,
la recuerdo con encanto.
   Se fue el niño que jugaba
y con él partió el encanto.
Se fue mi vida de chico
sin saber cómo ni cuándo.
   La pubertad me esperaba,
con destellos de abanico,
con promesas que turbaban
al recién llegado niño.
   Los ojos fueron vendados
y tapados los oídos.
Manipularon mi mente,
jugaron con mis sentidos
   Perdimos la libertad,
la juventud se hizo añicos,
presos del férreo sistema,
y de tiempos no vividos.
   Cuando la jaula se abrió,
vimos momentos perdidos,
de aquello que no pudo ser
y de libros no leídos.
   Los sueños de juventud
que se quedó en el camino.
Aquellos sueños de antaño,
aquellos sueños perdidos.
                                                                                   A.R.M..
   .

viernes, 24 de octubre de 2014

Democratizar: ¿a quién?

   Creo que he leído visto y oído unas cuantas miles de veces las palabras Democracia, Democratizar,
Demócrata, Regeneración Democrática muy del gusto de nuestros políticos. Todas están ligadas a los
escándalos de corrupción que de norte a sur y de este a oeste, recorren nuestro suelo patrio como una
maldición o un merecimiento por nuestros errores. Este corrupción se ha instalado en los partidos
políticos (sálvese el que pueda) que lejos de pedir perdón por los mangantes, expoliadores y chorizos
que atesoran en su seno y en sus filas, salen defendiendo a capa y espada su buen hacer en cuanto a
robar se refiere y su nulidad al frente de los destinos del país.
   Vasallos por conveniencia de la Banca y la Patronal, aceptan los dictámenes de aquellos que por
defender sus intereses, hunden al pueblo llano en la más absoluta miseria. Económica y socialmente
con todo lo que conlleva, hemos pasado de jugar en Primera División, según algunos, a jugar en la más baja como si fuéramos un país tercermundista.
   "España una grande y libre". Hoy podemos ver si analizamos con algo de objetividad, que esta frase
además de un chiste; es un cuento.
  ¡Que viene el lobo!. Gritan los que reparten las cartas, las tarjetas y la riqueza a su antojo. Mucho
tendrán que cambiar nuestros partidos políticos y sus dirigentes para que el lobo, al que tanto temen
no se les venga encima y se encuentren con la realidad.
   Nuestros saldos económicos, sociales y democráticos son tan negativos que necesitamos un cambio
general y generacional, venga de donde venga, que devuelva la ilusión al país. Un nuevo pacto social
entre el pueblo y sus dirigentes democraticamente elegidos que los obliguen a un reparto equitativo
de la riqueza que el país genera. Esta riqueza es un bien común y por tanto sujeta a una distribución
justa y a una protección de las capas más desfavorecidas de la sociedad.
   Regeneración Democrática. A unos y a otros se les llena la boca con este rimbombante enunciado
y hasta juran en arameo que la llevarán a cabo. Pero ¿quiénes? Desde el setenta y ocho, llevamos
viendo y escuchando a los mismos, con las mismas caras más duras que el pedernal y a bolsillo abierto, entronizándose en el poder, y a sus acólitos y palmeros jalear sus actuaciones con las orejeras
puestas para no ver más allá.
   A todas las políticas y demás flores nauseabundas del infecto jardín hispánico. Para que pueda haber una Regeneración Democrática, antes y por causas de las que ustedes son responsables, tuvo
que haber una profunda degeneración en todos los ámbitos de la política nacional. Cuando una sociedad apesta, hay que regenerarla por completo. Cambiando las cosas y las actitudes que no sirven. Hay que sustituirlas y edificar de nuevo apoyándose en la ilusión de todo un pueblo. Hay que empezar de nuevo a construir y en la vieja edificación colgar el cartel: "Liquidación por derribo".
A buen entendedor......



                                                                                          A.R.M.
 

Soneto...

   Una voz enronquecida reclama,
una oración repetida clamaba.
La justicia que invocamos negaba,
y la gente más humilde que clama.
   Si dinero no tenemos ¿qué hacemos?
En la calle nos multan por protestar.
Un recurso nos queda: patalear.
Si no tenemos dinero. perdemos.
   Si a esto le llaman Democracia,
la verdad es que el pueblo la rechaza.
Si la vida es así ¡qué gran desgracia!
   El sufrido pueblo no tiene nada.
De uno se llevan dos ¡qué cuenta rara!.
Las negras tarjetas ¡qué gran chulada!




                                                                                               A.R.M.

jueves, 23 de octubre de 2014

Guerra.

   Vienen a mi los recuerdos,
de otra vida, de otros tiempos.
de una guerra fratricida
y de terribles momentos.
   Luché a brazo partido,
me defendí a dentelladas,
de la vida, de los miedos,
de las balas que acechaban.
   La tierra, roja de sangre,
los moribundos gritaban.
Brillaban las bayonetas
en los fusiles caladas.
   Fiel compañera la muerte,
a mi lado en la trinchera.
En su cara la tragedia,
yo le pedí que se fuera.
   Ya no volverá jamás,
la guerra que al mundo aterra,
pero quedan los recuerdos
de la terrible contienda.
   Las dos Españas de antaño,
de nuevo ahora se enfrentan,
han perdido la memoria
y están cavando trincheras.
   Una sociedad madura,
no puede olvidar la guerra,
no puede olvidar los muertos
de la terrible tragedia.

                                                                                             A.R.M.

Sufrimiento de amor.

   Me enamoré de la vida,
me enamoré sin saber
que al amarte día tras día,
sufriría todo mi ser.
   Escucho el viento con ansia,
si me trae nuevas de ti,
galopa mi mente loca
que ya no quiere vivir.
   Yo te imagino en silencio
y escribo pensando en ti,
poesía que en el recuerdo,
me deja sabor a ti.
   El orbe, no es un poema,
es una guerra sin fin,
una guerra de pasiones
que te obligan a vivir.
   Lánzale al viento tus quejas,
y no dejes de escribir.
Dile al mundo lo que piensas
y enséñanos a vivir.



                                                                                                  A.R.M.

miércoles, 15 de octubre de 2014

La búsqueda

   Cansado estoy de luchar.
Ya se acaba mi vida,
y no sé donde reposar
mi pobre cabeza cana.
   Una vida tormentosa,
lleva el poeta en sus genes.
Sangrantes son sus palabras;
no le llueven los laureles.
   Un sollozo como un trueno,
suena.
El camino se tuerce,
y buscando un reguerillo,
encuentra el agua que bebe.
   No quiere mirar atrás,
anda camino adelante.
En su zurrón los recuerdos
de vida del caminante.
Al final de tu camino,
que se tuerce, que se esparce,
encontrarás lo que buscas;
un reposo, caminante.


                                                                                     A.R.M.

Canción de cuna.

   Una nana que apacigua
brota de unos labios grana,
y una niñita en la noche
duerme tranquila en su cama.
   La niña, en sueños sonríe.
No temas, yo soy tu guarda.
Yo te vigilo pequeña,
duerme tranquila en tu cama.
   Cuando despiertes chiquilla,
recuerda siempre mi nana,
canto de amor infinito,
canto que sale del alma.
   Como canto de un ruiseñor,
posado en tu cuna blanca,
una nana se eterniza,
una canción de esperanza.
   ¿Por qué no todos los niños
se duermen en la esperanza?
¿Por qué sus madres no pueden
dormirlos con una nana?


                                                                                   A.R.M.

martes, 14 de octubre de 2014

Silencio.

   Tengo el corazón dormido,
o es sólo un terrible sueño.
Ya no sueño con amores,
tengo muerto el pensamiento.
   Pero no duerme el corazón,
está despierto, despierto,
y si razona mi mente,
tengo los ojos abiertos.
   Pero la pena me invade
cuando me habla el silencio.
Un ruido que no se escucha,
que no se escucha en el tiempo.
   Veo la gente que grita,
que se mueve en el silencio,
un silencio tenebroso
que me nubla el pensamiento.
   Que clame la gente, grite
y que rompan el silencio,
que no callen sus protestas,
que no duerma el pensamiento.
   Porque si ya no pensamos,
es porque ya estamos muertos,
esclavos de la mudez
del tenebroso silencio.


                                                                                           A.R.M.

domingo, 12 de octubre de 2014

Hechizo.

   Me sentía muy orgulloso,
de las flores, del jardín.
Pasó por mi calle un día
y al cruzarla yo la vi.
   Entre las flores, las rosas,
que yo tengo en mi jardín,
la mujer bella, preciosa,
un hechizo yo sentí.
   Cuando contemplo las rosas
y flores de mi pensil,
algo me falta entre ellas,
la más hermosa que vi.
   La mujer de mis ensueños
y que una mañana vi,
ya no vivo, no descanso
porque no la tengo aquí.
   No duermo pensando en ella,
no la encuentro en el jardín,
si la rosa se marchita,
para qué quiero vivir.
   Y si se acorta la vida,
porque no quiero vivir,
que me responda el Eterno,
si fue un sueño lo que vi.



                                                                                             A.R.M.

viernes, 10 de octubre de 2014

Moraleja.

   Un olivo centenario,
orgulloso de su porte,
se reía, se mofaba
de los árboles del bosque.
   El bosque triste se puso,
y los árboles lloraban,
porque el olivo orgulloso,
a todos los despreciaba.
   Los pájaros que anidaban,
en ese bosque que amaban,
con sus cantos y sus trinos
al triste bosque animaban.
   Yo no me río de nadie,
y menos del bosque amigo.
En él tengo mis hermanos,
aunque yo sea un olivo.
   Alegre se puso el bosque,
al conocer que el olivo,
se hermanaba con él,
tan orgulloso y altivo.
  El bosque, es tan necesario,
como necesario el olivo.
En este mundo cruel.
¡Ay del que no tiene amigos!


                                                                                     A.R.M.,