viernes, 25 de diciembre de 2015

Visión...

   Triste se halla el bosquecillo,
el frío viento lo hiela,
el cielo gris se oscurece,
las negras nubes acechan.
   En un remanso del río,
una joven lavandera,
siente en las manos el frío,
que al lavar la ropa deja.
   Yo vi de lejos su cara,
y su marcada silueta,
y con su voz cristalina,
al viento lanza una queja.
   De amores sufre la moza,
de amores que dejan pena,
y con profundo suspiro,
recoge la ropa seca.
   Aquella bonita estampa,
en mi vida dejó huella,
y a veces en el recuerdo,
vuelvo a ver la tarde aquella.
   No pude pintar un tiempo,
mis manos no obedecían,
la chiquilla del riachuelo,
mis pinceles no veían.

                                                                                    A.R.M.
 

 

Silencio...

   Con pasos lentos avanzas,
huele el silencio del campo,
por caminos pedregosos,
la sierra me está esperando.
   Naranjos de verdes hojas,
al tresbolillo plantados.
Oro el fruto de tus ramas,
los caminos empinados.
   Agreste, duro paisaje,
de colinas rodeado,
como perlas blancas flores,
son el azahar del naranjo.
   En el silencio absoluto,
se oye un melodioso canto,
un susurro trae el viento,
el trino alegre de un pájaro.
   Triste me vuelvo al bullicio,
de mi paseo de encanto.
Pero en mi seno profundo,
¡huelo el silencio del campo!

                                                                                                     A.R.M.

martes, 22 de diciembre de 2015

La bota del poderoso.

   Se acerca a pasos agigantados la Navidad. Todas o casi todas las calles de las ciudades lucen adornos, lucecitas multicolores que las iluminan. Los ciudadanos recorren bulliciosos las tiendas de juguetes y de regalos en busca de un presente para ofrecer a familiares y amigos. Suenan los villancicos y se respira una atmósfera de paz y de alegría. Los restaurantes preparan las "cenas navideñas" y las tiendas de juguetes hacen su agosto. Viajan los Reyes Magos y los ojos infantiles los personifican en los "Belenes" que existen en los escaparates de algunas tiendas.
   Como todos los años, un matrimonio anónimo se dispone a salir para comprar los regalos y juguetes correspondientes. Su familia es numerosa y en cierto modo multicultural. Celebran el Nikolaus, el Père Nöel y los Reyes Magos. Sus nietos y bisnietos esperan los regalos y por nada del mundo les quitarán la ilusión. Pero piensan en lo injusta que puede ser esta Fiesta. Si celebramos la "Buena Nueva", el Nacimiento de Cristo, ¿no nació para todos o sólo para unos pocos?. Piensan en los marginados, en los indigentes, en los sin techo, en los que la Navidad no significa otra cosa que un día más de miseria y soledad.
   Su familia, vive en Europa, ese "ente" que entre todos hemos creado y que no da la talla ante situaciones de urgencia, de conflictos que nosotros mismos hemos provocado y que el mundo occidental, ávido de sus riquezas, no es capaz de resolver, convirtiendo en trágico éxodo un problema humano que a sus puertas llama y que Bruselas en su afán por mirarse el ombligo no ve.
   Arde el Mediterráneo oriental y sus llamaradas en forma de refugiados que huyen de la tiranía de la guerra y de la muerte, se agolpan en las fronteras del "Paraíso Europeo" que les cierra sus puertas. Los campos de refugiados instalados en países limítrofes o próximos a Siria sobre todo en el extremo oriental europeo, Turquía, Grecia, Hungría, etc, no tienen medios y como en los "campos del pasado", rebosan miseria, hambre, desesperación y muerte. Pero ¡oh milagro!, de más de un millón de refugiados, la UE aceptará con cuentagotas a ciento sesenta mil de ellos, y a ese ritmo necesitaremos varios siglos para resolver el problema. Mientras tanto, las playas griegas y turcas y en general de todo el Mediterráneo, se llenan de cadáveres de niños y adultos que sin dudarlo se lanzaron por el camino de la desesperación, allanando el terreno a los "Cuatro jinetes del Apocalipsis" que hacen gala de aquello para lo que fueron creados. Las olas del Mediterráneo, no solamente arrojan sobre sus playas refugiados ahogados, también arrojan la desintegración de una cultura; de una destrucción de eso que tan pomposamente llamamos "Civilización Europea". Eso sí, vamos a intentar acallar nuestra conciencia comprando las víctimas, los muertos mediante una sustanciosa cantidad a Turquía para que nos resuelva el problema. Hemos construido una UE para resaltar los valores de nuestra civilización, y este anónimo matrimonio se pregunta:¿para qué?.
   Hemos creado la "cultura del consumo". Cientos de miles de toneladas de alimentos se tiran a la basura diariamente. Los productores arrojan sus cosechas para mantener los precios en los mercados mientras que la mitad de la población mundial se muere de hambre. Los medios de comunicación exaltan la riqueza, el poder del dinero que arrasa y destruye. Y ante la demanda, la desesperación, la pobreza, la miseria, la muerte producida por la guerra devastadora y los gritos de auxilio que el barro, el frío y la lluvia ahogan, Europa responde con un lacónico: lo siento, no puede ser.
   Podemos destruir, propiciar la hambruna y la indigencia, pero aunque levantemos muros de un kilómetro de altura alrededor de todo el mundo occidental rico y próspero, ellos los marginados, los refugiados, seguirán tomando por "asalto el cielo". Y ni la muerte los detendrá puesto que en su alma, en su ser, ¡ya la llevan!.

                                                                                                            A.R.M.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Suma y sigue.

   No siempre un acontecimiento político como ha sido el debate a cuatro, te da la posibilidad de ser objetivo. Trataré de serlo en este pequeño artículo ya que no tengo por costumbre callarme.
   En la recta interminable para los votantes, lectores, espectadores y demás público en general que asistimos atónitos a las escaramuzas y otras refriegas entre partidos políticos en los que "y tú más" parece ser el mantra acordados por todos. Como es natural salió a colación especialmente en el "Luis se fuerte" y en el "paga Monedero" con que la Sra. Sáenz de Santamaría respondió al Sr. Iglesias.
   Bien es verdad que si se hubiera tratado de un partido de fútbol a cuatro, cualquier Tribunal Deportivo hubiera dado perdedor al PP por alineación indebida. Pero los tres equipos restantes mostraron su gallardía al no denunciar la incomparecencia del candidato Sr.Rajoy. No sabemos la causa exacta de la no presencia y creo que nunca la sabremos. Pero cualquier ciudadano se hubiera podido preguntar:¿qué hubiera pasado si alguno de los dignos aspirantes de los otros equipos le hubiera preguntado, insinuado que se mirara en la chaqueta por si presuntamente llevaba un sobre? En fin sólo son elucubraciones de un humilde ciudadano, pero por suerte no fue el caso.
   No es fácil, ni siquiera para la prensa especializada elegir un ganador, ya que según su ideología "arrimarían el ascua a su sardina". Cada uno se defendió y atacó como pudo y en lo que pudo. La representante y no candidata del PP, me pregunto qué hacía ahí, defendió la economía con "slogans" aprendidos y que no explicó. Es justo decir que defendió con dignidad su papel de telonera.
   El candidato del PSOE Sr.Sánchez, enarboló la bandera de las conquistas sociales con razón. Dijo la verdad:no se pueden bajar los impuestos como quien reparte caramelos; pero sí racionalizarlos. En cierto modo le faltaron tablas y adrenalina.
   El candidato de Ciudadanos Sr. Rivera. aunque fue claro y conciso en su exposición debido a su magnifica oratoria estuvo nervioso y falló en la explicación del Contrato Laboral Único que no aclaró suficientemente. Amagó con los papeles de Bárcenas pero fue educado en la confrontación.
   El candidato de Podemos Sr. Iglesias más habituado a las trifulcas y a los debates, se acomodó fácilmente y su oratoria fue escueta pero firme y directa aunque faltaron algunos puntos por aclarar.
   Fue en el minuto final, minuto en el que cada uno pedía el voto para su partido donde posiblemente estuvo el ganador. Todos prometieron casi el cielo en su alocución final. Iglesias sólo pidió con el puño sobre el corazón que los votantes no olvidaran los atropellos, la injusticia, el hambre, los desahucios y la corrupción de los últimos cuatro años padecidos. Les pidió sonreír ya que la sonrisa es vida, es promesa y futuro.
   Corresponde al ciudadano, al sufrido votante elegir. Sin embargo y dejando por un momento a un lado la ideología, creemos que de la misma forma que para saber las bondades de un producto hay que comprarlo, para saber la verdad de lo que propone un partido político, hay que votarlo.
   Si bien el bipartidismo no está muerto, sí está tocado y el juego a dos bandas puede que desaparezca del horizonte político del País. No olvidemos que vivimos en un Régimen Parlamentario y no en un Sistema Presidencial . La propuesta de que gobierne el partido más votado, no es de recibo
en nuestra Monarquía Parlamentaria, y aunque el miedo escénico influyó en los candidatos, ese miedo no puede ser determinante a la hora de votar.
   Pienso firmemente que el debate debió de ampliarse a IU y a UPyD. Hubieran puesto algo más de pimienta a la confrontación.
   Srs. Candidatos: un debate político no puede ser un cúmulo de reproches, un tirar a la cara del otro los errores cometidos. No es un quítate tú para que yo pueda cometer esos mismos o parecidos errores. Sino de poner, de aclarar, de explicar propuestas que los candidatos proponen para el bien del país al que esperan presidir.
   Me queda una duda, puede que el debate sólo fuera un "Brindis al Sol"., una "Concesión a la Galería", " un Homenaje a la Ofertas" o el "Himno a las buenas palabras en la forma acostumbrada".
   Por favor, tomen nota.

                                                                                                               A.R.M.

sábado, 5 de diciembre de 2015

A la vejez.

   Sentado en la puerta,
la silla muy vieja,
la piel arrugada,
la mirada incierta.
   Espera el anciano,
repasa la vida,
camino muy largo,
de dolor y espinas.
   Respira tranquilo,
su cabeza cana,
la voz algo ronca,
ronca y quebrada.
   Espera la hora,
espera con calma,
los ojos entorna,
la sonrisa franca.
   No sueña el futuro,
ya no sueña nada.
Su limpia mirada,
descubre su alma.
   Sabe que el destino,
su vida guiaba,
y espera tranquilo,
que llegue la "Dama".
   Con negros ropajes,
que su sombra alarga,
sus brazos le tiende,
y en ella descansa.
                                                                                                   A.R.M.



 
                                                                                         

jueves, 3 de diciembre de 2015

Reflexiones sobre la muerte.

   No es fácil escribir sobre algo que el pensamiento occidental considera "tabú". Sin embargo y considerando la muerte como el acontecimiento irrecusable por excelencia, lo considero más radical que la misma vida. Al nacer, somos muertos en potencia, es decir llevamos como sello la promesa de la muerte. En nuestra actual sociedad, nos hemos liberado de multitud de prohibiciones, pero seguimos siendo prisioneros de la gran interdicción, es más seguimos ignorando, en cierto modo negando el gran "tabú" que a todos sin excepción nos concierne: la Muerte. Hablar sobre ella, la sociedad cree que es contrario a la vida y que sólo un espíritu sórdido, macabro, se atrevería a escribir, a dialogar sobre ella y con ella.
   No me considero como alguien de espíritu mórbido, macabro, que ve la muerte en cada rincón de la vida. Sólo la veo como el paso obligado del ser al no ser. Algo indefinido pero real que pone fin a la vida. En efecto, morir no es transformarnos en otro; sino simplemente dejar de ser al de solamente ser en el recuerdo.
   La sociedad en general, ve la muerte en el otro y no en si mismo. Y no viéndola en él, su mente niega su existencia en tanto que suceso próximo. Pero al mismo tiempo y según sus creencias le transporta al Más Allá basándose en las promesas del cristianismo: "el que cree en Mi, vivirá eternamente". Y esa es la visión a la que el hombre y yo el primero nos agarramos desesperadamente. La inmortalidad prometida nos obliga, aunque lo rehusamos, a un dialogo franco y directo con nosotros mismos sobre el suceso del que tarde o temprano seremos autores. Sinceramente y sin engañarme en lo más profundo de mi ser, la veo sólo como algo tangible y al mismo tiempo intangible que pondrá fin a mi vida. A lo que fui y que ya no volveré a ser. Pero la fe, las creencias, vienen en mi ayuda para disipar los negros nubarrones, la incertidumbre que siempre conlleva la muerte y que con certeza la representa.
   Cada persona, cada individuo, ve la muerte de distinta forma según su profesión, su ideología y sobre todo sus creencias sobre el Más Allá al que sin recurso posible nos enfrentamos. La transformación del mito en realidad, de la vida y la muerte como consecuencia de la aventura universal y maravillosa de la vida a la que todo hombre, toda sociedad debe someterse. Se trata de situarnos dentro de los diferentes sistemas culturales, de ver, de analizar, de conocer la muerte por el hombre y al hombre por la muerte.
   Quede bien claro que esta humilde reflexión no es un credo y mucho menos pretende serlo. Es simplemente una reflexión.

                                                                                                    A.R.M.

martes, 1 de diciembre de 2015

Villancico de niño al Niño.

   Los fríos días de invierno,
hieren todos los sentidos.
Un Niño viene a este mundo,
en un Portal escondido.
   No tiene cuna ni manta,
sobre la paja ha nacido,
y en los brazos de su Madre,
se siente bien protegido.
   Una estrella muy brillante,
anuncia la nueva al mundo,
y unos modestos pastores,
adoran al Dios nacido.
   Tres viejos Magos de Oriente,
por la estrella sorprendidos,
en sus veloces camellos,
hacia el Portal ponen rumbo.
   Oro como Rey le llevan,
mirra al Hombre nacido,
y el incienso como Dios
los tres Magos le han traído.
   Yo no poseo riquezas,
le digo de niño al Niño,
pero tengo mi zurrón,
por Ti lleno de cariño.

                                                                                                   A.R.M.