viernes, 27 de febrero de 2015

Los iluminados.

   Este pequeño artículo-crítica que os propongo para debatir, puede o no puede gustar, pero es real. La verdad no duele pero escuece. Mis treinta y tres años al servicio de la educación en el extranjero y la contemplación, las vivencias y el análisis tanto de la sociedad francesa como de la alemana me obligan a expresarme así. García Mauriño nos propone debatir con serenidad los valores éticos y morales de la sociedad actual y, que creo que nos han llevado, por el afán de riqueza de unos, la tolerancia de los gobiernos y el sometimiento de estos a la "Ley de los Mercados Financieros", junto con el vivir en la mayoría de los casos por encima de nuestras posibilidades y la envidia destructiva en tanto que deporte nacional, nos han sumido en una crisis en la que los "buitres de las finanzas" que son los responsables en primer grado, como siempre volverán a salir; irse de rositas y con los bolsillos aún más llenos. Wall Stret repartirá este año entre sus ejecutivos unos ciento cuarenta mil millones de dòlares.
   Vaya por delante que amo a mi país, a mi región, a mi provincia y a mi pueblo. El pueblo español, nació, creció y se hizo en un cruce de caminos. Esta cultura de aluvión hizo de él un pueblo tolerante y solidario. Un pueblo que en los albores del tercer milenio no pude renunciar a sus señas de identidad. Además de tener la memoria del pasado en el presente para labrar el futuro. Y, sin embargo.... .
   En un artículo que escribí para una revista social ¡pobre de mi!, me atreví a poner en tela de juicio el tan cacareado, bendecido y televisivo "estado del bienestar".
   En una de las pequeñas tertulias en la que se me criticaba tamaña desfachetez, a uno de los contertulios, fiel devoto, practicante, católico de sacristia y defensor a ultranaza de su" Statu Quo".
De pronto se le iluminó la faz y me dijo:-siempre hubo ricos y pobres-.
   Tal afirmación y además dicha con cierto énfasis, me trajo a la memoria aquello que creía que sólo
pertenecía al "Antiguo Régimen" y que nuestra sociedad ya adulta y después de innumerables sacrificios, había desterrado para siempre. No obstante, el fantasma del pasado se hizo presente en boca de mi amigo para recordarme que según ciertos estamentos sociales, el antagonismo existente en el mundo y en la sociedad: luces y sombras, justicia e injusticia, abundancia y precaridad, explotadores y explotados, corrupción e integridad, poderosos y débiles, ricos y pobres, no existía por el afán de riqueza de unos, la envidia destructiva de otros o el ansia de poder de aquellos, sino por un orden establecido y que mi interlocutor entendía como "Designio Divino" y que por tanto la disparidad establecida por Dios, no podían deshacerla los hombres.
   Desde el punto de vista de su estamento social e ideológico, semejante disparate era una posición acorde con sus principios. Pero si invirtiéramos los términos u oposición y mi platicador se encontrara dentro de la clase pobre:¿pensaría lo mismo?. Sólo me queda añadir que todos debemos recordar las palabras de cierto pasaje evangélico:"Bienaventurados los pobres........ .
   El problema es de fácil solución para los creyentes que en el "Mas Allá" esperan una vida en la
Gloria del Dios Padre. Pero para los no creyentes, el futuro es la pobreza de la que no pueden escapar
 y a la que este mundo, no saben por qué, les condena.

                                                                                                  A.R.M.                                    

miércoles, 25 de febrero de 2015

Vulcano enamorado.

   Suena el martillo en el yunque,
aplasta el hierro candente.
El aire sopla en la fragua
se quema el carbón ardiente.
   Un hierro tiene Vulcano
para hacer una figura,
de hierro una rosa roja
para ofrecerla a la Luna.
   Con el martillo en la mano,
el dios, el hierro transforma
con sus manos en la fragua,
para su amada una rosa.
   En la fragua, todo es fuego,
todo es pasión amorosa.
En su loco amor sumido,
Vulcano a la Luna acosa.
   Selene es su nombre griego
como Luna es el de Roma.
De amores desengañada,
sólo quiere vivir sola.

                                                                                            A.R.M.

martes, 24 de febrero de 2015

Tientos gitanos.

   Sale al tablao en la plaza,
contonea su figura.
Su traje negro de seda,
se mira en ella la Luna.
   Suena alegre la guitarra
cuando va por bulerías,
y la gitana la noche
la llena de brujería.
   Cómo baila, qué desplantes,
qué felina su mirada,
el fuego brota en su boca,
los senos le palpitaban.
   De su frenético ritmo
se escucha el eco en la plaza
y unas piernas de tormento,
a la guitarra acompañan.
   Un requiebro surca el aire
para ensalzar tu figura,
para soñar con tu baile
cuando quiebras tu cintura.
Quién pudiera enamorarse
de tu cuerpo de gitana,
de tus ojos, de tu pelo,
de tu "macarena" cara.
                                                                                           A.R.M.
   

Vendaval.

   ¡Oh fuerte vendaval!
que azotas la tierra mía,
no la rompas, no la hieras,
trátala con empatía.
   Allí conocí el amor,
allí renací a la vida,
allí conocí el temor
de perder lo que quería.
   Si la maltratas con saña
y destrozas mi casita,
ya no sólo te contentas
con destrozarnos la vida.
   Un ruego, una plegaria
tiene la gente en la boca.
ante el horror, la desgracia
de este vendaval que azota.
   No destroces con tus olas,
llenas de fuerza, de vida,
no azotes sin compasión,
con tu rabia, con tu ira.
   Qué cerca está el cementerio,
qué cerca el anochecer,
qué lejos la madrugada,
lejano el amanecer.
                                                                                             A.R.M.

Confidencias.

   Cántame pajarillo
y no te vayas,
que tu canto armonioso
me llena el alma.
   Haz tu casa, tu nido
en mi ventana,
no te vayas muy lejos
vuelve a tu rama.
   Canta si te enamoras
en mi ventana,
que los lindos amores
me traen la calma.
   En los árboles se posa
mi pajarillo,
y en su nido de ramas
hay huevecillos.
   Me asomo a la ventana
sin hacer ruido,
para ver como traen
comida al nido.
   Se han marchado del nido
los pajarillos,
pero tengo el recuerdo
de alegres trinos.
                                                                                                 A.R.M.

Toros en Talavera.

   Fue la corrida más grande
nunca vista en Talavera.
Toreaba Joselito;
la plaza completa, llena.
   El albero relucía,
el Sol estaba en la cresta.
Las mujeres ataviadas
con mantilla, con peineta.
   Los hombres ,trajes flamencos
con las camisas de seda.
La plaza toda radiante
brillaba como una gema.
   Cuando salio el "mataor"
con sus peones de brega,
la plaza toda un clamor
al comenzar la faena.
   Él toreó como siempre,
con la capa y la muleta,
con sus altivos desplantes
que el público los jalea.
   Mató sólo dos toros
con divisa roja y negra,
y con rojas amapolas
cubrió el lomo de las fieras.
   "Bailaor" se llamó el toro
cuando ocurrió la tragedia,
y un grito desesperado
recorrió la España entera.
   Llorando Sánchez Mejías
lo recogió de la arena,
teñida de roja sangre
su traje de luz y seda.
   Crespones de seda negra
lucen todas las banderas,
y las "Manolas" lloraban
vestidas de ropa negra.
   La tarde se oscureció,
salió la Luna a la arena,
y con ayes de dolor
ella mostraba su pena.
                                                                                                    A.R.M.


domingo, 22 de febrero de 2015

Amada sombra.

   Siento una sombra oscura
que detrás de mi murmura.
Ella es razón, es cordura,
pero es llanto y amargura
cuando no está al despertar.
¿Será sueño o realidad?
   Tras una noche sombría,
llega un luminoso día
y ya no te puedo ver.
Mi alma entera resiste
a ese amor que tú me diste,
que no quisiera perder.
   Cuando el sol en mi ventana,
a grandes voces te llama,
¡ay amada dónde estás!
Si ahora te necesito,
si te llamo con un grito
y tu voz no oigo resonar.
   Que vuelva la sombra amada,
sentir su aliento en mi espalda
aunque no la pueda ver,
lo pide todo mi ser.
Alumbra la senda oscura,
devuélveme la cordura.
   Recuerdo el trágico día,
aquella noche sombría
que el destino te alejaba,
que ya perdía tu mirada,
la palidez en tu cara,
¿por qué te fuiste mi amada?
   Que me lleve a mi la muerte,
que tu sombra sea el destino,
que se cruce en mi camino
para que ya pueda verte,
y ya no pueda perderte
porque nos une la muerte
                                                                                                A.R.M.

Elegir.

   Dos caminos se entrecruzan
en la vida, al comenzar.
Uno una senda de espinas,
otro te lleva hacia el mar.
   Elegí el camino amargo
al comienzo de mi andar.
Duro sendero empinado
que no pude terminar.
   ¿Encontré el amor soñado?
Yo dejé de caminar;
¡idiota! no te conformes,
vuelve al sendero del mar.
   No le hice caso a mi mente,
obedecí al corazón,
y alejándome del mar
viví una loca pasión.
   Pero el amor deseado
fue mi triste perdición,
porque el amor encontrado
jamás me correspondió.
   Amor cruel que el destino
en mi camino cruzó,
como Dante en el infierno,
a él ella me encaminó.
   Dante describió el infierno,
para mi, el infierno fue amor,
el camino equivocado
de este pobre soñador.
                                                                                            A.R.M.

Tormenta II.

   Había un fondo oscuro, de tormenta,
veía el horizonte, mudo, frío.
De pronto un resplandor, escalofrío,
¿por qué cambia la tarde si violenta?
   Se encrespa el mar, ruge como un gigante,
se escucha el eco del trueno terrible.
Navega el velero olas temibles,
su furia no teme el marino amante.
   El viento cruel sediento silbaba,
firmes las velas, crugía la ejarcia,
el bravo bajel las olas surcaba.
   No sufras mujer, no penes amada,
que yo te amaré allá en la distancia.
Suspira de amor y no temas nada.

                                                                                                      A.R.M.

jueves, 19 de febrero de 2015

Quejas del campo.

   Cabalgan ya los jinetes,
de dos en dos, en pareja.
El campo de espigas verdes
al guardia civil se queja.
   ¿Por qué eliges el camino
que hiere, que pisotea?
¿Por qué tan triste destino
con el campo juguetea?
   De su poder muy seguros,
de su poder alardean,
hacen trotar los caballos
y las siembras pisotean.
   Al cielo clama justicia
el labriego en su parcela.
Nosotros somos justicia,
somos el poder, la fuerza.
   Levántate campesino,
alza los brazos con fuerza,
dile al poder que el destino
hará fuerte tu fiereza.
   No tentéis a los labriegos,
el campo tiene su fuerza,
sus raíces muy profundas,
su corazón, su nobleza.
                                                                                                        A.R.M.

Una cena.


 Quebrose la copa al brindar con fuerza,
cayó el vino rojo hiriendo la tierra,
el blanco mantel, impoluto yerra,
los brindis, los vivas con gran fiereza.
   Gemía, lloraba la blanca tela
al ver que una mancha corría en ella.
Qué triste destino de una tela bella
si los invitados no usan cautela.
   El buen anfitrión que invita a la mesa,
no puede saber el fin que le espera,
al blanco mantel que ahora le pesa.
   Invitados todos a la gran cena,
los brindis, abrazos, rojas las velas,
comensales ebrios de alcohol, ¡qué pena!

                                                                                                          A.R.M.

miércoles, 18 de febrero de 2015

A un caballo.

   Corre el caballo en el prado,
caballo de larga cola,
reluciente crin al viento,
caballo que se desboca.
   Luce traje de flamenco
el jinete que lo monta,
corcel brioso, muy negro
y con espuelas de plata.
   Con su trote poderoso,
entusiasma allá en la plaza.
si lo ordena el caballero
enmarca pasos de danza.
   Caballo de gran belleza,
corcel de muy fina estampa,
alazán de finas patas,
equino de pura raza.
   Quién pudiera cabalgar
en una noche estrellada,
en una noche lunar
entre las olas de plata.
   Bandolero que lo monta
y que en la sierra lo guarda,
con su galope tendido
al bandolero lo salva.
   ¡Cuídalo bien bandolero!
grita la moza serrana,
que con su galope fiero
te evitará la emboscada.
   Galopa de cara al viento
y como un eco lejano,
sus cascos como un tambor
resuenan fuerte en el llano.
                                                                                                  A.R.M.

Renacer.

   Llevaba roto el abrigo
y muy rotos los zapatos,
sucia la vieja camisa
y los andares cansados.
   La lluvia martilleaba
con sus gotas los tejados,
un fuerte viento soplaba,
en las calles frío, helados.
   Cuando pase la tormenta
y se seque el sotechado,
el sol volverá de nuevo
y el cielo tan azulado.
   Volverá la vida activa
y la gente a su trabajo,
los árboles floreciendo
y los pájaros cantando.
   La vida, dulce tesoro,
aunque nacemos llorando,
ella nos brinda un futuro
pero debemos ganarlo.
   Aunque no es nuevo el abrigo,
ya no viste con harapos,
limpia la vieja camisa
y ya no marcha cansado.
   Volvió de nuevo a la vida,
a sus quehaceres de antaño,
miró de frente al futuro
sin complejos que hacen daño.
                                                                                          A.R.M.

martes, 17 de febrero de 2015

Utopía o realidad.

   Hay días, en los que el cuerpo, la mente, te pide algo y no sabes qué. Estás intranquilo y no sabes por qué. Hoy me encuentro en ese estado en el que me siento flotar. Vuela mi mente en elucubraciones que no acierto a dominar y por tanto a exprimir. Una idea enlaza lo que pienso y lo que debo hacer. Trataré, mejor o peor de escribir, dar a conocer lo que siento. Me martillea el cerebro una palabra: "mejorar". Pero mejorar qué y cómo. Tras cuestionarme mis reflexiones, estimo lógico proclamar mi fe o creencia en lo que a continuación escribo.
   Creo que es imprescindible intentar y llevar a cabo la formación de una sociedad, al mismo tiempo liberal e igualitaria. No enfoco mi pensamiento en unas nuevas reglas de convivencia o Carta Magna, sino en un nuevo tipo de relación humana y de conducta social.
   Esta sociedad, aunque al lector le parezca utópica, no no es en realidad si se basa en una multiplicidad de diálogo libre, sin diferencias sociales de ninguna clase. Este diálogo se basaría en una simple pero al mismo tiempo creencia social importantísima para una convivencia democrática real. Que todos los ciudadanos sin excepción reciban la misma consideración, atenta y seria. La sociedad con que sueño, es una donde el simple ciudadano posea un derecho plenamente reconocido para objetar decisiones y propuestas autoritarias. En definitiva, una sociedad en la que los autores de una decisión o idea perentoria, estén y se sientan obligados a prestar atento oído a las objeciones del pueblo.
   Bien es cierto, que esta sociedad exigiría un cierto sacrificio. Pero a mi humilde entender, estamos tardando demasiado tiempo en llevarla a cabo.
   Los problemas sociales, económicos y culturales por los que atravesamos, son una terrible muestra de una sociedad desigual y sin esperanza. De una sociedad a la que no se le escucha, a la que no se le tienen en cuenta sus justas reclamaciones y reivindicaciones.
   El estado o nivel de una sociedad puede medirse o calibrarse según las opciones abiertas a sus ciudadanos. De ahí , la necesidad imperiosa de adoptar políticas efectivas socio económicas, culturales y educacionales que redunden en beneficio de la sociedad, de la convivencia democrática.
Pero por el momento y ante el empecinamiento de los poderes políticos,¡¡¡no es el caso!!!.

                                                                                                         A.R.M.

lunes, 16 de febrero de 2015

Guerra.

   Frío hacía en la trinchera,
caía la lluvia, lenta,
negras nubes salpicadas
de cuentas y negras perlas.
   Gemía un duro soldado
su herida en la pierna, abierta.
Un hilo de roja sangre
teñía de rojo la tierra.
   La noche fiel aliada
del soldado en la trinchera,
tiñe de negro la tarde,
de luto su compañera.
   Resuena una voz;¡al ataque!
y el clarín en la trinchera.
Silba con balas la muerte,
el soldado no se arredra.
   La muerte, cruel destino,
del soldado, de la guerra,
con su negro manto espera,
escondida en la trinchera.
   Llora la España profunda,
ni ya lágrimas le quedan.
   ¡Ay de los pobres soldados!
¡Ay de la España que queda!

                                                                                                        A.R.M.

Una vida.

   Ilusión maravillosa,
te anima, te da su aliento,
que es necesaria en la vida
si te invade el desaliento.
   Naces llorando a la vida,
pides socorro, consuelo,
y la ilusión de una madre
te calma en tu desconsuelo.
   ¿Por qué matan la ilusión
que todos llevamos dentro
si es la llama de la vida
que te evita el desaliento?
   Si la vida no es poesía
pero es lucha, sufrimiento,
no tengas melancolía
ni nunca pierdas tu aliento.
   Un amor correspondido
que no muere con el tiempo,
como un regalo es vivirlo
como un suplicio es perderlo.
   El sendero de la vida
es sinuoso e incierto,
camino pleno de espinas,
pero debes recorrerlo.
                                                                                                       A.R.M.




domingo, 15 de febrero de 2015

Una historia increíble.

    Hace mucho tiempo, en realidad no sé cuánto, vivía en un pueblecito un buen hombre, amable, caritativo y amigo y bienhechor de todos, al que sus vecinos consideraban la imagen de la bondad terrenal. El hombre, ya entrado en años pero en pleno uso de razón, ejercía la caridad como arma suprema contra la pobreza y no hubo vecino que no participara de ella.
    Enfermó nuestro bienhechor y poco a poco se fue apagando ante la tristeza de sus convecinos que se sentían impotentes ante la inminente muerte del mecenas. Como era de esperar, esta ocurrió en la madrugada del día uno de noviembre. Tal coincidencia no pasó desapercibida para el pueblo, que con ciertos tintes de religiosidad, se comentaba la muerte del santo varón y la oportunidad de la fecha.
    El velatorio, fue instalado en la habitación del difunto, el cual fue amortajado y acostado en su lecho. Como luz, dejaron encendidas unas lamparillas de aceite que acentuaban la palidez del muerto y daban un cierto tinte macabro y al mismo tiempo místico al cuadro, que se intensificaba con el monótono y acompasado tic, tac del reloj de pared del comedor.
    De pronto, y sin saber de dónde, un sonido armonioso sonó suavemente en la estancia. Era como una música de ultratumba que al cadáver acompañaba. Una especie de "Miserere" sin estridencias que ponía el bello de punta al que lo escuchaba. Se estremeció el velatorio. Unos a otros se preguntaban, se interrogaban con la mirada porque nadie era capaz de hablar, si la música que oían era realidad o soñaban; mientras la melodía proseguía y se esparcía por toda la estancia. Un poco asustado el cura, llamó a la gente a la calma, pero nadie comprendía por qué esa música sonaba. La familia del difunto también se sintió alarmada y asustada y entre rezos y oraciones pedían a Dios por su alma.
    No muy lejos del pueblo, en un árido y solitario paraje, vivía un viejo santero que se decía conocedor del "Más Allá". Aún y en contra de la opinión del cura, la familia decidió llamarlo para ver si él tenía alguna explicación sobre la misteriosa música.
    Cuando llegó el santero, enseguida oyó la música que parecía rodear al muerto. Entró en la habitación y pidió que lo dejaran solo con el difunto. La familia. muy asustada y presa de pánico ante lo que ocurría, accedió a la petición del viejo santero y este quedó a solas con el cadáver.
    A través de la puerta, se oían extrañas palabras en voz muy baja, casi en un susurro, como si el anciano hablara dulcemente, como una plegaria con el muerto y con la muerte. De pronto, se abrió la puerta y apareció el santero. En su cara reflejaba una extraña felicidad y una paz a todas luces visible. La música había cesado y en la habitación del difunto sólo se respiraba alegría.
    Extrañados la familia y sobre todo el cura, preguntaron al buen hombre por lo sucedido, y este con toda tranquilidad y una enigmática sonrisa explicó el origen de la misteriosa melodía. La muerte, que siempre está detrás de nosotros, ante la llegada a sus dominios del santo hombre, precedido de su vida ejemplar que debía presentar ante el Sumo Hacedor, decidió como merecido homenaje al difunto, fabricarse una lira con su negra guadaña y recibirlo con su música de ultratumba pero al mismo tiempo celestial.
    La increíble explicación del misterio dada por el santero, recorrió como un reguero de pólvora toda la comarca, ensalzando la vida ejemplar del antes convecino y la música milagrosa que lo acompañó en su muerte. Nadie volvió a interrogar al viejo santero sobre la increíble melodía y el pueblo dio por buena la explicación con la que se cerró el misterio. Y para que el caso fuera más enigmático aún, el santero murió al poco tiempo en circunstancias algo extrañas y se llevó con él el secreto a la tumba.
    Desde entonces, todo el pueblo en bloque, acude a los velatorios esperando escuchar de nuevo la música de ultratumba y que según el santero. sólo podían oír los elegidos.
    La realidad y la ficción se interaccionan en las creencias populares, en las que el mito forma parte de lo íntimo de cada uno. El mito, tiene su fundamento en el rumor popular, en el fervor, no exento de cierta religiosidad y que se transmite de boca en boca. La muerte, es consecuencia de la vida y puede que ella reaccione en el "Más Allá" de forma incomprensible para nosotros.
    ¿Mito o realidad? ¿"Ser o no ser"? Esta es la gran pregunta que en la vida, que es real, nos haremos continuamente.

                                                                                                           A.R.M.
                                                                                               



viernes, 13 de febrero de 2015

Un mal día.

   No tengo sueño esta noche, no sé por qué estoy desvelado, por qué no me llega el sueño, estoy intranquilo, apagado. El día no me ha sido fácil; ha sido un día gris. nublado. Un clásico día de invierno en el que el suelo está frío, mojado.
   Llega la tarde, oscurece, me siento apesadumbrado; mi mente ingrávida flota, tengo miedo, siento pánico.
   Sentado en mi viejo sillón me siento más relajado. Pienso en lo acontecido, en este día tan aciago. Todo me salió mal, al revés, no como yo había pensado. Se torcieron muchas cosas que había programado. Tal cúmulo de errores en mi vida, en mis actos, no puede ser realidad; es como un sueño amargo.
   Frugalmente ceno para pasar el mal trago. Me siento en mi ajado sillón, un viejo libro en las manos. Por fin, el sueño me llega y me acoge entre sus brazos. Mi mente loca descansa; mi espíritu sosegado.
   A las tres de la mañana me despierta un sobresalto. Una luz todo ilumina como si fuera un relámpago. Detrás de la intensa luz, me llega un eco lejano. Un redoble de tambor, como un temblor lejano que hace temblar los cristales y crujir hace los marcos. Ante el horroroso trueno, mis sentidos despertados, busco cobijo en la cama y me refugio en sus brazos.
   La lluvia con fuerza cae, repiquetea en los tejados y con solemne sonido, cantan las losas del patio.
El viento sopla sin tregua, aúlla con sus dientes largos; suena como violines del todo desafinados.
   De pronto un rayo de sol entre nubes se abre paso. El día regresa a su cita. La tormenta ya ha pasado.
   De nuevo vuelve la vida. Hay que olvidar el pasado. Renacer al nuevo día. Disfrutar de tal legado.
Vive intensa tu existencia, buenos y momentos malos. Disfrútala no la tires porque ella es ¡un regalo!

                                                                                                                 A.R.M.

miércoles, 11 de febrero de 2015

A Bécquer.

    Sonó la campana
rompiendo el silencio,
caía la tarde,
pequeño era el pueblo.
    La gente extrañada
escuchó el ronco eco,
¿por qué la campana
toca el campanero?
    Allá en una casa
pequeña del pueblo,
la gente lloraba
sobre un triste lecho.
    Terrible noticia
un muerto en el pueblo,
la triste campana
atraviesa el viento.
    Acude la gente,
la casa del muerto,
toca la campana
con ecos de entierro.
    El cura, la iglesia,
todo estaba presto,
coronas de flores
ya llega el sepelio.
    Llevan los amigos
el féretro negro,
vestidos de luto,
los rostros muy serios.
    Después de la misa
en nombre del muerto,
dando condolencias
pasa todo el pueblo.
    Un hueco en la tierra,
en el cementerio,
espera la caja
que contiene al muerto.
    Llora la familia,
termina el sepelio
y en el Campo Santo,
solo quedó el muerto.
    Volvió la familia,
vistieron de negro,
de luto la casa,
de triste silencio.
    Yo sé que la vida
es sólo recuerdo,
vuelves a la tierra
cuando te hayas muerto.
                                                                                                   A.R.M.

Suma y resta igual a multiplicación.

    La Aritmética, ha sido siempre una asignatura difícil de aprobar para los iniciados en estos menesteres pero de muy fácil y lucrativo manejo y empleo para los viejos y astutos carroñeros que con cierta "Patente de Corso" deambulan por nuestro país en busca de euros y negocios que llevarse al bolsillo. No les importa su procedencia, ni el cómo ni si con ello arruinan a cualquiera; le quitan su casa y lo hunden social y económicamente. La pobreza, la indigencia, no son problemas suyos y acallan su conciencia, si es que la tienen, llenándola de putrefacto dinero.
    Las operaciones de suma, resta y multiplicación las llevan a cabo de manera simultanea amparándose en el "calla y roba que hay para todos". La suma es muy sencilla: suman a su capital lo robado o distraído y "santas pascuas". La operación de resta es muy significativa pero difícil de entender para el profano. La operación es como sigue: de 8 se llevan 10 y acaban vaciando la caja social para engordar la suya. La suma y resta se convierten por arte de birlibirloque en una multiplicación de su capital y naturalmente; todos contentos. Además, si te pillan sumando, restando y multiplicando nadie dirá nada porque otros lo hacen en mayor escala. Y por si fuera poco, no tendrás que devolver nada de lo distraído.
    Como veréis, queda demostrado que en este país para hacerse rico, además de ser un carroñero sin escrúpulos, basta sólo con saber sumar, restar y multiplicar.
    Si el ciego del Lazarillo de Tormes sabía que Lázaro le robaba porque se callaba, la sociedad, los "paganinis de siempre" debemos preguntarnos: ¿cuántos Ciegos y Lazarillos hay en España?
    La Picaresca, las Sociedades oscuras, los Clanes familiares y la Corrupción en general, viven a cuerpo de rey en nuestra decrépita sociedad, en la que nadie dimite ni nadie devuelve nada.
¡ ¡ ¡ Así nos va ! ! !
                                                                                               A.R.M.

martes, 10 de febrero de 2015

El bardo.

    Era un luminoso día,
el Sol, aunque relucía
un vientecillo corría
la mañana estaba fría.
    Una paz se respiraba,
bonita era la mañana
aunque el Sol no calentaba
en esta hora temprana.
    El campo ya se vestía,
color las flores tenían
y sus mejores vestidos,
con garbo bellas lucían.
    Seducido por el tiempo,
la mañana con su aliento,
mi memoria recordó
la fugacidad del viento.
    Canta el poeta un evento,
un canto a la libertad,
una oración, sufrimiento,
un tributo a la igualdad.
    Ya terminó la mañana,
la negra nube la enterró
y el canto del pobre bardo
al pueblo jamás llegó.
    Cantó al mundo sus poemas,
defendió la libertad,
su canto fue una plegaria
predicando la igualdad.
    Ya quedan pocos poetas,
se muere la sociedad,
ya no se escuchan los ruegos
ya no existe la piedad.
                                                                                       A.R.M.

Sin dueño.

    Allá en la distancia
dejé los recuerdos,
dejé los amigos,
amores, entuertos.
    Qué bella la vida
cuando es todo sueño,
cuando vuelas libre,
que no tienes dueño.
    Buscaba el amor,
encontré el infierno,
maldita la llama
y el dolor eterno.
    No sé qué me ocurre,
no sé lo que siento,
estoy intranquilo
ya no tengo aliento.
    Amor, un castigo
que duele muy dentro,
que lloras, que sufres
si vas a su encuentro.
    Amor, no encontré,
cesaron mis sueños,
vagué por la vida
sin amar, sin dueño.
    No me adueñé de la vida,
viví siempre a cielo abierto
viví buscando el amor,
ya puedo morir contento.
    Cuando me cubra la tierra,
cuando ya no tenga aliento,
nadie llorará mi muerte
porque no he tenido dueño.

                                                                                                    A.R.M.

lunes, 9 de febrero de 2015

Amante.

    Amante que te vas, no vuelvas solo,
retórname el amor por mi buscado,
amor profundo no será colmado
y no puedo vivir atormentado.
    Cabalgo raudo en busca del destino,
amor profundo, desinteresado,
dejas muerto el corazón destrozado,
amargo querer, dulce desatino.
    Pasión, amor, cariño enmascarado,
capricho de amor, ciego dolor
de la dulce señora enamorado.
    Lejos, lejos, mi mente se disloca,
me dejas sólo la esperanza rota,
de volver a verte en mi mente loca.

                                                                                          A.R.M.

sábado, 7 de febrero de 2015

Clamor al Cielo.

    Buscando paz, un remanso
grité mi voz hacia el Cielo,
este no me respondió,
yo tan pequeño en el suelo.
    Clamaba con gran pasión,
con rabia pedía al cielo
que tuviera compasión,
con esta gente del suelo.
    Sin nada fui desahuciado,
me sacaron de mi techo,
mi cuerpo quedó vaciado
con gran dolor en el pecho.
    Revolotea la miseria
batiendo sus alas negras,
como buitre carroñero
que se posa allá en las piedras.
    Un grito pide justicia,
grita el pueblo su pobreza,
sufre contra la injusticia
pena con gran entereza.
    La voz que clama socorro
llora en silencio, tristeza,
son las gentes de este pueblo
que sufre el hambre y pobreza.
    Una campana en la tarde
rasga el silencio de pena,
extraño piensa la gente
¿por qué la campana suena?
                                                                                              A.R.M.

Los cien jinetes.


  Cien jinetes galopaban
sonando el tambor del llano.
Cien mujeres enlutadas
oyen el trueno lejano.
    Lloran los niños de miedo
y se esconden los gitanos.
Resplandecen las espadas
de los guardias en las manos.
    No te escondas en la noche,
Luna Luna de gitanos,
no te ocultes en las nubes
y defiende a tus hermanos.
    Van llegando al campamento
los cien jineteas armados,
y con altiva arrogancia
corren fusil en las manos.
     Las cien mujeres de luto
con los niños en los brazos,
pidiendo clemencia lloran
por sus maridos gitanos.
    Fue terrible la emboscada,
picoletos y gitanos,
corrió a regueros la sangre
y mancháronse las manos.
    Por el sablazo de un guardia,
un navajazo gitano.
saltaban como felinos
armas blancas en las manos.
    Lloró de pena la Luna
al ver la muerte, su espanto,
y el luto vistió de negro
el campamento gitano.
    Palidez de cera tienen
los muertos de los dos bandos,
tintes violeta en los labios
de los cuerpos desangrados.
    Una cruz de roja piedra,
con flores rojas el campo,
y la Luna por la noche
viste con su negro manto.
                                                                                          A.R.M.

Escarceos de la Luna.


  Mira ya baja la Luna
con manto, peineta negra.
Va derechita hacia el río,
y descansa en la ribera.
    Mira el niño estupefacto,
mira la Luna lunera.
Manuel le llaman al niño,
gitano de pura cepa.
    Marcha corriendo hacia el río
y se oculta en la ribera.
Allí detrás de los juncos
Está la Luna que sueña.
    Como una diosa pagana
luce su cuerpo en la arena,
se baña toda desnuda,
con el agua se deleita.
    Sale la Luna del baño
y una toalla de estrellas,
cubre su cuerpo desnudo,
cubre sus senos de seda.
    Ante la imagen soñada,
el niño mudo se queda,
no puede decir palabra
ante la escena tan bella.
    Se hizo mayor el niño
pero el recuerdo le queda,
y entre los juncos, de noche,
herido de amor espera.
    Que yo te quiero mi Luna,
su eterno amor le confiesa.
Con un mohín amoroso
baja la Luna a la arena.
    Este amor es imposible
entre susurros confiesan,
y entristecida la Luna
deja al mozo en la ribera.
    En el espacio infinito
la Luna llora de pena,
por el amor de un gitano
que no duerme para verla.
    Si yo te pudiera amar
como se ama en la Tierra.
Pero tengo que ser Luna
aunque de amor yo me muera.
                                                                                          A.R.M.
.
 

Soneto al silencio.

    Silencio que la noche se alimenta
con lindas florecillas de la sierra,
con rojas amapolas de la tierra
que con su dulce perfume la sustenta.
    Campo verde, verde pradera,
los pinos verdes y verde la sierra.
Agua limpia del río, el viento en guerra,
el Sol se oculta, oliente madera.
    Camino ondulado y duras las piedras,
senda escabrosa que cruza la sierra
trechos cortados por verdes tijeras.
    En el silencio, se escucha tormenta,
el eco del trueno, fuerte resuena,
de blanca nieve se cubre la cresta.

                                                                                              A.R.M.

jueves, 5 de febrero de 2015

La Psicoterapia de Grupo.

    La Psicoterapia de Grupo es una forma especial de terapia en la que un reducido grupo de personas, guiado por un psicoterapeuta profesional, intenta ayudarse de forma individual y colectiva para resolver ciertos problemas, intentar conocerse a si mismos y mejorar las relaciones interpersonales. Naturalmente que los miembros del grupo deben expresarse libre, honestamente y sin faltar a la verdad sobre sus problemas, ideas y reacciones. Los miembros aprenden a ayudarse y a comprenderse mutuamente para vencer sus dificultades. Estas pueden ser:
-- Dificultad en las relaciones con otras personas. Comunicación.
-- Depresión, ansiedad. Elecciones.
-- Pérdidas. Votantes.
--Traumas. Creerse poseedores de la verdad. Sinceridad.
-- Trastornos de personalidad. Creerse elegidos.
    Tres famosos psicoterapeutas mundialmente conocidos se hicieron cargo del grupo con el propósito de conseguir una "Regeneración" citada por uno de los miembros del grupo.
    El grupo que nos atañe, los Partidos Políticos, casi todos o más bien todos presentaban los mismos síntomas o problemas y que pusieron de manifiesto al expresarse de forma individual y en representación de su grupo ideológico.
    La psicoterapia duró cuatro años y acabó convertida en la "caospsicoterapia". El resultado terminó en el Ginness.
    Los tres psicoterapeutas terminaron psicoanalizándose ante los síntomas de "Diarretitis Mentalis" que presentaban provocadas por el grupo por ellos dirigido. La psicoterapia terminó convertida en  un "diálogo de sordos" con la consabida competición de mentiras y elucubraciones propias del reto. Uno de los psicoterapeutas, se retiró y se dedicó a la "vida contemplativa". Otro se retiró al desierto en plan anacoreta desengañado del mundo. El tercero se dedicó a escribir fórmulas y números en las paredes para intentar comprender el descalabro de la terapia.
    La psicoterapia fue un fracaso. Su resultado se hizo público y esto provocó en el país tal confusión de ideas que sus sufridos habitantes tardaron otros cuatro años en recuperarse en mayor o menor grado. Otros llegaron a tener "encefalitis plana"
    Los miembros del grupo siguen sueltos, campeando y mintiendo como antes ante el pueblo que atónito asiste como convidado de piedra a sus debates. Pero claro, el problema es que el pueblo tiene memoria y se acuerda del célebre récord del que los Partidos Políticos fueron intérpretes y actores y por tanto causantes del desaguisado.
    Querido y abnegado pueblo: la Política es el arte de......... .
    Os dejo a vosotros el honor de terminar la frase. Pero por favor, acordaos de la célebre psicoterapia de grupo de nuestros políticos.

                                                                                                               A.R.M.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Caballo de rejoneo.

    El jinete galopaba
de luna a luna, sediento,
su corcel negro, brioso
sus largas crines al viento.
    La silla de cuero negro
y el bocado duro acero,
manta de lana andaluza
y finas riendas de cuero.
    No lo montes sin la silla,
no lo montes bandolero,
mira que el negro caballo
es propiedad de un torero.
    Caballo que allí en la plaza,
es corcel de rejoneo.
Allá en la plaza relumbra
su trote de taconeo.
    Al toro, fija en el ruedo
con delicado piafeo,
y avanzando al trote corto
¡Qué fácil hace el toreo!

                                                                                                A.R.M.

Luna de seda.

    Bajó la Luna a la plaza
con su camisón de seda,
sus blancos pechos de nácar.
Yo me asomé para verla.
    Sabedora de su encanto,
su cuerpo de gran belleza,
su raso negro vestido,
adornado con estrellas.
    Al ver la Luna en la plaza,
su pelo, melena negra,
buscando sola el amor
que no encontraba en la Tierra.
    A ella le ofrecí mi brazo
para ayudarla en su pena,
y en esa noche en la plaza,
yo me acosté junto a ella.
    Encendido de pasión,
besé sus senos dormidos
y ante el fuego de mis besos,
se irguieron negros capullos.
    La noche¡qué silenciosa!
la plazuela, sin un grito,
y ante el cuerpo de la Luna
yo vislumbré el infinito.
    Siempre el amor recordaré
de la Luna en la plazuela,
y busco ansioso en la noche
ese amor que me atormenta.
                                                                                             A.R.M.

martes, 3 de febrero de 2015

Señora.

    Que calle el viento que sopla,
que aúlla, que me disloca,
que no me deja escuchar
mis gritos, mi mente loca.
    Que no canten los jilgueros,
que descansen a la sombra,
y que el árbol de la vida,
mate este amor sin sombra.
    ¡Oh dulce amada señora!
que llenáis mi vida toda,
con este amor de locura,
esta pasión que me asola.
    Dejad que hable el amor
y no lo sufráis sola.
Lanzad al viento promesas
de ese amor que me desola.
    Las caricias y los besos,
si vienen de vos, señora,
son el bálsamo que espero,
que mi alma los deplora.
                                                                                            A.R.M.

Juegos.

    El agua regatea,
salta se esconde
jugando con la hierba
verde del monte.
    El viento sopla fuerte
por la espesura.
Los pájaros se esconden,
la noche oscura.
    Las nubes negras llegan,
el Sol se esconde,
la lluvia cae, cae
por todo el monte.
    La florecilla,
de blanca cara,
como chiquilla
al agua canta.
    Un cervatillo,
duerme, se oculta
y el regatillo,
todo sepulta.

                                                                                                A.R.M.

lunes, 2 de febrero de 2015

A Bécquer.

    Te besé bajo el sol,
besé tus dulces labios,
bendita la ilusión
del acto de amarnos.
    Sin vivir en mi,
el fuego en tus labios,
en la roja herida
bebieron mis labios.
    Aquel feliz día,
era un día de mayo.
No sé qué pasó
te cogí la mano.
    Un dulce susurro
brotó de tus labios,
y yo te abracé,
quedaste en mis brazos.
    El silencio mudo
no rompió el encanto,
del momento dulce,
del rato hechizado.
    No dijimos nada,
sólo nos miramos
y otra vez unidos,
juntos nos besamos.
    ¡Qué bello el amor!
Sumisos tus labios,
sumiso tu cuerpo
te besé extasiado.
    Yo besé mil veces
tu cuerpo entregado,
y un sí, te quiero
brotó de tus labios.
    Eternas caricias,
temblor en las manos,
temblor en la boca,
temblor al besarnos.
    Bendita ilusión
que a ti me ha llevado,
bendito el momento
que juntos buscamos.
                                                                                                A.R.M.

Duro trabajo.

    Si yo muero, que me muera
con la cabeza muy alta,
de haber vivido la vida,
la alegría, la esperanza.
    De haber vivido en el campo,
de disfrutar la labranza,
de tener bueyes caballos
que descansan en la cuadra.
    De trabajar cara al viento
y de sufrir las heladas,
del frío del crudo invierno
y de la nieve tan blanca.
    Viejas arrugas en la piel
y las manos encalladas,
de trabajar en el campo,
duras, duras las jornadas.
   No me cansé del trabajo,
de los arados, del campo,
ni de fríos ni nevadas,
ni de las noches pasadas.
    Ayer, en el campo araba,
los surcos rectos trazaba.
Quizá pueda descansar
cuando esté en el Más Allá.
                                                                                                A.R.M.

Amor soñado.

    Vacío tengo el corazón, hastío
de no encontrar en ti la primavera,
si no te encuentro aquí junto a mi vera
como grandes ríos sin el estío.
    ¿Por qué de amor loco estoy prendido
y no puedo vivir con esta pena?
Esta pasión, el fuego que me llena
de miedo de no ser correspondido.
    No tengo consuelo a esta amargura,
pero no puedo dejar de quererte
y busco refugio en la noche oscura.
    Mis ojos no pueden dejar de verte,
y que con gran silencio ella me lleve,
ya que pronto llegue la cruel muerte.


                                                                                                 A.R.M.