miércoles, 4 de febrero de 2015

Caballo de rejoneo.

    El jinete galopaba
de luna a luna, sediento,
su corcel negro, brioso
sus largas crines al viento.
    La silla de cuero negro
y el bocado duro acero,
manta de lana andaluza
y finas riendas de cuero.
    No lo montes sin la silla,
no lo montes bandolero,
mira que el negro caballo
es propiedad de un torero.
    Caballo que allí en la plaza,
es corcel de rejoneo.
Allá en la plaza relumbra
su trote de taconeo.
    Al toro, fija en el ruedo
con delicado piafeo,
y avanzando al trote corto
¡Qué fácil hace el toreo!

                                                                                                A.R.M.

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