sábado, 7 de febrero de 2015

Escarceos de la Luna.


  Mira ya baja la Luna
con manto, peineta negra.
Va derechita hacia el río,
y descansa en la ribera.
    Mira el niño estupefacto,
mira la Luna lunera.
Manuel le llaman al niño,
gitano de pura cepa.
    Marcha corriendo hacia el río
y se oculta en la ribera.
Allí detrás de los juncos
Está la Luna que sueña.
    Como una diosa pagana
luce su cuerpo en la arena,
se baña toda desnuda,
con el agua se deleita.
    Sale la Luna del baño
y una toalla de estrellas,
cubre su cuerpo desnudo,
cubre sus senos de seda.
    Ante la imagen soñada,
el niño mudo se queda,
no puede decir palabra
ante la escena tan bella.
    Se hizo mayor el niño
pero el recuerdo le queda,
y entre los juncos, de noche,
herido de amor espera.
    Que yo te quiero mi Luna,
su eterno amor le confiesa.
Con un mohín amoroso
baja la Luna a la arena.
    Este amor es imposible
entre susurros confiesan,
y entristecida la Luna
deja al mozo en la ribera.
    En el espacio infinito
la Luna llora de pena,
por el amor de un gitano
que no duerme para verla.
    Si yo te pudiera amar
como se ama en la Tierra.
Pero tengo que ser Luna
aunque de amor yo me muera.
                                                                                          A.R.M.
.
 

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