martes, 27 de enero de 2015

Impunidad.

    Según la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Impunidad es la inexistencia de hecho o de derecho de responsabilidad penal por parte de los autores de delitos.
    Creo firmemente y no es sólo mi opinión, que hay en España una sensación generalizada de que a nivel político, judicial, financiero, empresarial, la familia real y familiares en mayor o menor grado de parentesco y en general, el que tenga, la más mínima parcela de poder, se considera impune para corromper y corromperse.
    ¿Problema general o nube de verano? Es importante tener en cuenta que casi el 25% del PIB se va en dinero B y desaparece sin dejar rastro en los bolsillos de corruptos y corruptores y de tantos chorizos y mangantes que pululan por el suelo patrio.
    El pueblo llano, los españolitos de a pie se pierden entre tanta mentira y tanto "y tú más" con que nuestro Parlamento en un acto de intenso patriotismo nos sorprende. Pero claro, por mucho que los demás grupos parlamentarios se empeñen y hasta "juren en arameo", el rodillo del gobierno aplasta sin miramientos cualquier iniciativa parlamentaria.
    Nuestro presidente Sr. Rajoy, en un acto de valentía ciudadana, se saca de la manga la "Regeneración Democrática" y todo arreglado con el aplauso alienado de sus palmeros. Creo sinceramente que el PP no está en condiciones de liderar la cruzada contra la corrupción que presuntamente él mismo provocó.
    Una "operación de cosmética" como brindis al sol, no puede en ningún caso ocultar la corrupción que a todas luces y por desgracia del sufrido y honrado contribuyente nos rodea por los cuatro costados de nuestro querido país.
    La Impunidad ha tomado carta de ciudadanía entre nosotros y no se irá con simple chasquido de dedos. Existió, existe y no sé si seguirá existiendo entre nosotros. Será la sociedad la que con su voto decida en las próximas elecciones en las urnas.
    Yo no acuso, simplemente miro y observo a mi alrededor, y sinceramente lo que veo me aterra.

                                                                                                              A.R.M.

La Luna y la fuente.

    Luce la Luna en el cielo,
el fondo oscuro,guirnaldas,
su manto negro, la noche
se cierne sobre la plaza.
    La vieja fuente de piedra,
vieja, vieja y arrugada,
en el silencio nocturno
cristales tiene de plata.
    Las ramas de la morera
beben en sus limpias aguas
y lucen por la mañana
de azabache flores blancas.
    Las niñas tarareando
van a la fuente a por agua,
bellas costumbres de antaño,
de bellos pueblos de España.
    La Luna, como las niñas,
llega a la fuente, a la plaza,
y sumergiéndose en ella
toda desnuda se baña

                                                                                     A.R.M..

A la sombra...


  Sentado a la sombra
del árbol que añora,
la barba muy blanca,
la cachava rota.
     Recuerda el anciano
momentos vividos,
los ojos cerrados,
sus sueños de niño.
    Recuerda el colegio
los grandes amigos,
aquellos que quedan,
los demás se han ido.
    Mirada tranquila,
sonrisa muy franca,
de paz y armonía,
de luz y esperanza.
    Suspira y sonríe,
espera con calma,
la cachava rota,
la barba muy blanca.

                                                                                       A.R.M.


A Rafael Alberti: Adiós.

    Luz, poesía y esperanza
cantaste siempre en la vida,
esa vida que del mar,
hiciste siempre tu musa.
    El traje que te compraron,
no se encuentra en el ropero,
ahora lo llevas puesto,
¡qué bien te cae marinero¡
    Trotamundos de la luz,
de la sal, de la armonía,
la gente espera, aguarda
tú te vas por alegrías.
    Con una blanca tacita
sueña azulada bahía,
y un sol de Cádiz calienta
el café que tú bebías.
    El mar se viste de fiesta
se hace trenzas de espuma.
Velo blanco, barbas canas
para guardar tus cenizas.

                                                                                              A.R.M.
   

Cigüeñas.

    Ya han llegado las cigüeñas,
con ellas la primavera.
Están haciendo su nido
en la torre de la iglesia.
    Cuando terminen su casa
los huevos pondrán en ella,
con mimo los cuidarán
los dos juntos, macho y hembra.
    Una mañana radiante
asomarán los polluelos,
y en la plaza mucha gente
se asomará para verlos.
    Las vemos buscar comida
en las afueras del pueblo,
insectos y sabandijas
les llevan como alimento.
    Cuando le crezcan las plumas
se lanzarán por el cielo,
y como raudas saetas
cabalgarán sobre el viento.
    ¡Qué bonita la visión!
las cigüeñas, sus polluelos,
con su vuelo esplendoroso,
rápidas cruzan el cielo.
    Se han marchado las cigüeñas
con los jóvenes polluelos,
pero volverán al nido,
cuando se vaya el invierno.
    Triste quedose la plaza,
solo quedó el campanario,
y la torre de la iglesia
guarda el nido que han dejado.
    Volar con el pensamiento,
flotar raudo sobre el viento,
vivir en la vida un cuento.
¿Quién no ha soñado despierto?
     Si la vida no es posible,
es imposible sin sueño,
¡que no maten la ilusión
que todos llevamos dentro!
                                                                                              A.R.M.

lunes, 26 de enero de 2015

Fugacidad.

    Cuando el cuerpo esté dormido
y el espíritu despierte,
emprenderás el camino
del que no podrás volverte.
    Recuerdo a Jorge Manrique
y de su padre la muerte.
Coplas, son canto fúnebre
a la muerte del Maestre.
    ¡Por qué se canta a la vida
y no se canta a la muerte?
Resplandeciente la vida
y muy oscura la muerte.
    Luchas a brazo partido,
a veces contracorriente,
y no vences a la vida
siempre es ella la que vence.
    Toda vida fugacidad,
pero es eterna la muerte.
La vida, qué gran dilema,
que tenemos que hacer frente.


                                                                                A.R.M.

Ruinas.

    Cuando veo las murallas
derruidas de mi Tierra,
cuando veo que sus gentes
pasan hambre, la miseria.
    Siento odio y siento rabia
cuando la gente se niega,
a los demás dar ayuda,
a compartir la riqueza.
    ¿Qué le ocurre a este País?
¿Qué circula por sus venas?
¿Qué le pasa a la sociedad
que por nada se interesa?
    No son felices los niños,
la soledad les aterra,
han perdido la esperanza
en esta España, su Tierra.
    Ayer, país con futuro,
hoy, sumido en tinieblas.
Una salida buscando
de sus terribles torpezas.
    Los ancianos, desvalidos,
ante la justicia ciega,
pierden su casa, su techo
en esta España que pena.
    Una plegaria en el alma
sale a la luz como ofrenda,
pidiendo un justo reparto
del País, de su riqueza.

                                                                                    A.R.M.

La mujer del río.

    Me la encontré paseando,
yo iba por mi camino,
andando hacia el otro pueblo,
a tres leguas mi destino.
    En las sombras de la noche
yo vi su roto vestido.
Un fondo blanco de nácar,
su cuerpo, todo un hechizo.
    La acompañé por la senda,
por la ribera del río,
receloso de las sombras,
de los juncos del camino.
    Negro azabache su pelo,
sobre sus hombros caído,
roja delicia su boca,
de amor me quedé prendido.
    Sonriendo me miró
y su voz, dulce susurro,
mil cosas me confesó
allí en la senda del río.
    La enlacé por la cintura
y un extraño escalofrío,
recorrió todo mi cuerpo
hasta perder el sentido.
    Bajo la sombra de un árbol
nos unimos junto al río,
y entre caricias eternas,
no desperté del hechizo.
    No le pregunté su nombre
ni a ella le dije el mío,
nos amamos con pasión
en la ribera del río.
    Siempre recordaré el amor
de la muchacha del río,
de sus besos, sus caricias,
de su cuerpo junto al mío.
                                                                                            A.R.M...

jueves, 22 de enero de 2015

Apolo.

    Salió el griego dios Apolo,
buscando el amor perdido,
no pudo encontrar consuelo
en este mundo perdido.
    Con pena le suplicó
al dios padre del Olimpo,
pidiendo misericordia
para encontrar su destino.
    Buscando desesperado,
recorrió miles caminos,
amoroso de las Ninfas,
con mancebos, amoríos.
    Apolo vaga angustiado,
no le responde el Olimpo,
ha suplicado clemencia
desde el mundo de los vivos.
    El arco con fuerza tensa,
y el dardo de su camino,
busca en Artemis su hermana
una ayuda en su destino.
    Allá sonríe en su trono,
y en las salas del Olimpo,
Zeus el padre de Apolo,
contempla a su apuesto hijo.
                                                                                      A.R.M.

Quejas de prisionero.


  La cárcel, negros barrotes
son los celos del querer,
amor mío si me quieres,
no dejes celos correr.
    Por amor encarcelado
de una bonita mujer,
roto el sueño y el futuro,
por amor me condené.
    En una sórdida celda
encerrado allí me hallé,
consuelo ya no me queda,
y con tristeza lloré.
    No veo el azul del cielo
en esta celda cruel,
y me acecha un tenso miedo
que yo no puedo entender.
    Un pajarillo me canta,
me trina al amanecer,
y sus gorjeos de esperanza
invaden todo mi ser.
    Una negra madrugada,
el gorrioncillo calló,
y en esa triste mañana,
sólo el silencio me habló.

                                                                               A.R.M.

El viejo pueblo.


  En mis recuerdos de niño,
con el viejo pueblo sueño,
la iglesia, su campanario,
con sus callejas de piedras,
con su fuente, con sus caños,
con los amigos de antaño.
    Con la nieve que cubría
la torre del campanario,
con su nido de cigüeñas,
con los surcos de sus campos,
con los baños en el río,
con los felices veranos.
    Han pasado muchos años,
el tiempo pasa volando.
La niñez hemos perdido,
y el pueblecito soñado,
guarda en su seno el recuerdo
de las gentes que lo amaron.
    No existe ya el viejo pueblo,
sus gentes ya se marcharon,
pero las casas del pueblo
siguen teniendo su encanto,
y en sus callejas de piedras
mira el pueblo su pasado.
    El fantasma del silencio,
de los lugares lejanos,
de los amores perdidos,
de los quereres dejados,
en el tiempo transcurrido
del pasado ya lejano.
                                                                        A.R.M.

El pastorcillo y la Luna.

    Caminaba un Sol radiante,
hacia su ocaso en el río,
una nube juguetona
se le cruza en el camino.
    La Luna impaciente espera
para bañarse en el río,
y en la luminosa noche
entra desnuda en el río.
    Un pastorcillo descansa
en la ribera del río,
y al ver la Luna bañarse,
se cobija entre los juncos.
    La visión, esa belleza
de la Luna allí en el río,
de sus pechos nacarados,
de su cuerpo sumergido.
    Al darse cuenta la Luna,
del joven del pastorcillo,
sabedora de su encanto,
al zagal le hace un guiño.
    El pastor enamorado,
por la Luna, su desnudo,
en las noches estrelladas
se ve con ella en el río.
    Una pasión, una llama,
le abrasa, nubla el sentido,
se pregunta ¿qué me pasa?
¿qué me ocurre que no vivo?
    He soñado con la Luna,
con su desnudo en el río,
con esa llama que abrasa
hasta perder el sentido.
    Se me denegó el amor,
no vi la Luna en el río,
y su belleza de nácar
quedó triste en el olvido.
    Te cobijas en la vida
como el joven pastorcillo,
esperando que el amor
se te cruce en tu camino.
    ¿Me pregunto qué es amor?
¿Es amor lo que he vivido?
Ese embrujo que te abrasa
que da a tu vida sentido.
    En mi vida se ha cruzado,
esa Luna, la del río,
y su amor anacarado,
juntos hicimos camino.
    Conocí joven la ilusión
y el amor correspondido,
la llama de la pasión
que jamás yo la he perdido.
    Embrujo de amor la Luna,
embrujo de amor vivirlo,
sin la ilusión amorosa,
¡no tiene sentido el mundo!
                                                                                A.R.M.

martes, 20 de enero de 2015

¡Votar! ¡Botar!


  Creo que existe un paralelismo más allá de lo imaginable entre estos dos verbos de nuestro idioma o lengua que se hace más significativo a la hora de las elecciones. Los candidatos presentan su programa, sus intenciones y sus promesas para obtener el mayor número de votos y así, conseguir el fin del partido: ¡El Poder! Pero vayamos por partes.
    Votar, es un derecho y un deber de todo ciudadano de un país democrático. Mediante su voto, y una vez examinados y subrayados los programas de los diferentes partidos que optan a ser elegidos, coadyuba a la convivencia democrática de todo el país.
    Bien es cierto que la división izquierda/derecha, lleva al votante a inclinarse casi siempre con el partido que representa su ideología, sin tener en cuenta si el programa con el que se presenta su partido es beneficioso para toda la sociedad. En la mayoría de los casos, no vota el programa; vota al partido y no le interesa el resto. Caso muy típico de la alienación ideológica.
    Botar, es la consecuencia lógica del fracaso electoral, si por fracaso se entiende el veredicto de las urnas que culmina con la toma de posesión del presidente y la consecuente formación del nuevo gobierno, elegido por el programa presentado ante la sociedad y que debería ser "un Acta Notarial" que obligatoriamente debe cumplir.
    El incumplimiento de su programa debería ser causa inmediata de "Voto de Censura del Parlamento", y es aquí donde la importancia del voto se magnifica. Es muy difícil saber si con su voto
conceden la "Mayoría Absoluta" que conduce a que el "Rodillo Parlamentario" sea de derechas o de izquierdas, mate las iniciativas de los demás grupos parlamentarios y legislen a su antojo.
    En el caso de incumplimiento del programa, pero con Mayoría Absoluta, sólo nos queda ¡Botar!,
o lo que es lo mismo el recurso del derecho al pataleo. No olviden los votantes que la Democracia es Consenso y esto lleva a pactos: base de la Democracia. Lo contrario caería dentro de la "Tiranía Parlamentaria".

                                                                                   A.R.M.

lunes, 19 de enero de 2015

Caminando.

    Iba caminando y un sol de estío,
se escondía tras la escarpada sierra.
Agrestes los caminos con las piedras,
estrechos los caminos junto al río.
     Los juncos que poblaban las riberas,
doblados por el frío vientecillo,
soñaban con estar al calorcillo
de oasis africanos de palmeras.
    Las yermas cumbres de la helada sierra,
ahora lucen floridos vestidos,
los tonos coloridos de la tierra.
    Los pájaros revolotean, pían,
cantan al amor se arrullan con mimo,
y al seco vientecillo desafían.



                                                                                            A.R.M.
.


                                                                                             

viernes, 16 de enero de 2015

Don Juan.


  "Clamé al cielo y no me oyó"
dijo don Juan en La Tierra,
y en su vida de tinieblas,
jamás el amor encontró.
    Por desgracia para el mundo,
hay don Juanes en La Tierra,
que matan los sentimientos,
que mancillan las creencias.
    Hombres que son inmaduros,
"don Juanes de vía estrecha"
que juegan con el amor,
se ríen de la tristeza.
    No creéis en el amor,
os mofáis de la inocencia,
con la mentira engañáis
a las jóvenes doncellas.
    Condenados a vagar
sin amor, de puerta en puerta,
sin la pasión amorosa,
sin esa llama que quema.
    Un castigo merecéis
y no obtendréis la clemencia,
cuando el Juez Supremo dicte
vuestra terrible sentencia.
    Una angustia me consume,
que me asusta, que me aterra,
si como don Juan Tenorio,
yo fui Tenorio en La Tierra.

                                                                                                    A.R.M.

jueves, 8 de enero de 2015

La siega.

    El cielo azul reflejaba,
el campo para la siega,
un par de bueyes tiraban
del arado en la pradera.
    Las mieses para cogerlas,
la espiga de rubio trigo,
en haces estaban hechas
y yo curioso testigo.
    Aventaba el campesino
las espigas en la era,
ayudado por el viento,
de paja dejaba estelas.
    Un pajarillo en su nido,
no cesaba de cantar,
malherido el pobrecillo,
ya no podía volar.
    La bucólica visión,
los cantos, los pajarillos.
De paja un viejo sombrero,
se cubría el campesino.
    Me quedé extasiado viendo
que era posible otro mundo,
otra vida, la ilusión
de que tenemos futuro.
    Volví al cemento, a la urbe,
al correr, al desatino
y con envidia pensé,
en la vida, el campesino.
    Matando estamos La Tierra,
y no tendremos futuro,
si nuestra ambición nos lleva,
a destruir nuestro Mundo.

                                                                                       A.R.M.

El viajero y el tiempo.

    Otra vez me levantaré
y saldré de entre las piedras,
sin saber adónde iré,
ni lo que más allá me espera.
No pensaré que te fuiste,
ni sufriré más tristeza.
    Marcharé por el camino,
por la senda polvorienta,
que me aleje de sufrir
que me aleje de la pena.
Y una limpia mañana,
tal vez me dará su fuerza.
    Mis pies henchidos, cansados
por los guijarros, la senda,
ensangrentados y sucios,
heridos, casi sin fuerza,
me llevarán al destino
que poco a poco se acerca.
    Paso revista angustiosa
a los momentos vividos,
y un perdón salta en mi boca
por todo lo acontecido.
Por tropiezos en mi vida,
la vida que yo he vivido.
    Los amores me dejaron,
pasé sin razón, sin tino,
sin mirar el rostro ansiado,
todo quedó en el olvido.
Lentamente caminando,
pidiendo perdón, herido.
    La vida cual mariposa,
se posa, revolotea,
y como el camino agreste
en el aire serpentea.
Y con su trágico vuelo
al final del tiempo llega.
    Caminante, que es la vida,
un suspiro nada más,
camina siempre adelante
y no vuelvas nunca atrás.
Momentos inolvidables
que no volverán jamás.
    ¡Culpable! oigo las voces.
Viví mi vida, mi sino.
¿Podía yo rebelarme?
Conmigo jugó el destino,
que soplando con sarcasmo,
me llevó por su camino.
    Como un ente solitario,
vaga sus alas abiertas,
y no encuentra su camino,
a la deriva en la Tierra.
Y busca en el Infinito
la paz que aquí se le niega.
    Alma que camina errante
sin encontrar su destino,
sin saber lo que le espera
al final de su camino.
Ya esperas en la antesala,
a la sentencia, a tu juicio.
    Cuando te mires por dentro,
examines lo que has sido,
lo que has hecho de tu vida,
en el trayecto seguido.
Sabrás lo que habrás ganado,
más allá en el Infinito.
    Cuando esté del otro lado,
cuando llegue a mi destino,
ante el Tribunal Supremo,
declararán los testigos.
Y el Dios Todopoderoso,
me mostrará el Infinito.
                                                                                                     A.R.M.

viernes, 2 de enero de 2015

Melancolía.

    El salón en la penumbra,
el viejo sillón de cuero,
un rayo de sol alumbra
un gélido día de enero.
    Mi espíritu se revuelve
ante tanta tiranía,
y mi razón no resuelve
mi triste melancolía.
    Entre sombras que no entiendo,
que flotan , que se deslizan,
en el oscuro silencio
por el que pasa mi vida.
    Los ojos cierro, no se van,
ante mi vista regresan
y mis fuerzas ya no aguantan,
a esas sombras que no cesan.
    Ayer salía victorioso,
hoy perdí la contienda,
del pasado esplendoroso
¡tristeza sólo me queda!
    Bebí el amargo trago
y su veneno en mis venas,
inyecto y bebo sin tino
lo que destruye mis penas.
    No permitas que la vida,
te destruya, que te venza,
al destino no le pidas
y véncelo con fiereza.

                                                                                          A.R.M.

Exámenes.

    Nuestra "Joven Democracia", atraviesa, vive un período algo movido, debido a la inutilidad de unos, el amor a lo ajeno de otros y los brotes, no verdes sino negros de la corrupción generalizada que avanza sin control por las cuatro esquinas del país y a la que es casi imposible detener a causa de la inoperancia y al quítate que me ponga yo de los partidos políticos, que manipulan a su antojo los poderes del Estado, practicando un sabotaje a todas luces antidemocrático.
    Sin embargo, y pese al panorama desolador que se nos presenta, existe una oportunidad a la que la sociedad debe responder con madurez y conocimiento de causa de los exámenes que esta sociedad debe aprobar en un corto espacio de tiempo, si quiere continuar por el camino de la libertad y el orden. Tengo una duda que me preocupa enormemente:¿está nuestra sociedad lo suficiente madura para enfrentarse a los tres exámenes o pruebas que en breve se le presentan?
    El pensamiento y la dirección únicos de los partidos políticos al creerse poseedores de la verdad y por tanto portadores de ella, es común en toda Democracia, que junto con los consabidos y continuos lavados de cerebro por medio de la propaganda partidista y los medios de comunicación afines, hacen que el pueblo, la sociedad se vea inmersa en un mare magnum de ofertas que nublan su visión y no vean los problemas que toda oferta conlleva. Bien entendido que el "principio universal de los partidos políticos, es crear ilusión en sus posibles votantes; pero también mantenerla".
    El resultado es terrible, un mal sueño que durará cuatro años, y que esta sociedad declarada soberana, por su falta de madurez no supo ejercer y entregó el poder, su soberanía, al primer partido político que con sus cantos de sirena, supo alienear su pensamiento para conseguir que vea y piense solamente en el sentido único que el partido desea.
    Entre la tarea y el mérito, hay una dualidad muy curiosa. Se tiene mérito o se obtiene mérito, si se cumple la tarea para la que te eligieron. Esa tarea a la que con tus promesas te comprometiste, no es volátil sino real. Será la sociedad la que juzgue la tarea llevada a cabo y el mérito por el partido del gobierno obtenido.
    Municipales, Autonómicas, Generales, tres pruebas que nuestra sociedad debería con éxito superar. Tiene en su mano ejercer con madurez la soberanía que la Constitución le otorga.

                                                                                                      A.R.M.

Cadenas.

    Las mieses están doradas,
aprieta el calor que quema,
y la muy sedienta tierra
pide el agua que no llega.
    El paraje es escarpado
y la tarde languidece,
y el verde prado del bosque
pierde la luz, se oscurece.
    Por los estrechos senderos
que conducen a la sierra,
polvorientos, pedregosos,
un animalillo sueña.
    Ayer tenía libertad
y pastaba en la pradera,
hoy se encuentra encadenado
en una casa de fieras.
    Recuerda el agreste bosque
que el camino serpentea,
y que se ensancha al final,
que conduce a la pradera.
    Solo y desamparado
en esa casa de fieras,
es como aquel ser humano
al que a cadenas condenan.
    La vida es ese camino,
que se tuerce, serpentea,
polvoriento, pedregoso
que lleva a la gran pradera.

                                                                                        A.R.M.

jueves, 1 de enero de 2015

Llama viva.

    La llama que me encendieron
cuando yo vine, al nacer,
es el fuego que en la vida
no ha dejado de crecer.
    Llegó el amor, llama viva
que abrasa todo mi ser,
y con enorme dulzura,
junto caminas con él.
    He compartido momentos
alegres y de tristeza.
He recorrido caminos
y no he dejado la senda.
    Amores que ya pasaron,
tristes, alegres, amargos,
quereres que no renegué,
bellos amores de antaño.
    Ascua de mi vida errante,
fuego que me hace vivir,
alumbras al caminante
que busca refugio en ti.

                                                                                            A.R.M.

Encantos.


  Otra vez la noche, su negro manto,
vuelan las lechuzas, oigo su canto.
La lucecilla de un farol ajado,
alumbra la plaza, sus viejos bancos.
    Desde mi venta que en la noche abro,
entran los perfumes que el viento trajo.
Abril se escondía, llegaba mayo,
la fuente, la plaza y sus mil encantos.
    ¡Qué bella la Luna, bello su manto!
estrellas, luceros, todos brillando,
mi alma en la noche flotaba volando.
    Llegó la mañana, roto el encanto,
y un brillante Sol aliento nos trajo.
¡La Luna, el Sol, la plaza, sus bancos.




                                                                                                  A.R.M.

Borracho.


  Bebe su seco aguardiente,
bebe con ansia el borracho,
quiere olvidar sus amores,
quiere olvidar el pasado.
    Se enamoró locamente
y no fue correspondido,
por eso bebe aguardiente,
por eso bebe sin tino.
    Si alguna vez te enamoras
y eres correspondido;
cuídalo no lo maltrates,
vívelo con tus mimos.
    Te llega sin avisarte,
se te cruza en tu camino,
loco de amor te vuelves,
forma parte de tu sino.
    Por amor se da la vida
y por cariño se ha sufrido.
Locos y grandes amores
en el mundo se han vivido.
    Si no crees en el amor,
si no crees en el destino,
sigue como el borracho
olvidando con el vino.

                                                                                                   A.R.M.