jueves, 22 de enero de 2015

Quejas de prisionero.


  La cárcel, negros barrotes
son los celos del querer,
amor mío si me quieres,
no dejes celos correr.
    Por amor encarcelado
de una bonita mujer,
roto el sueño y el futuro,
por amor me condené.
    En una sórdida celda
encerrado allí me hallé,
consuelo ya no me queda,
y con tristeza lloré.
    No veo el azul del cielo
en esta celda cruel,
y me acecha un tenso miedo
que yo no puedo entender.
    Un pajarillo me canta,
me trina al amanecer,
y sus gorjeos de esperanza
invaden todo mi ser.
    Una negra madrugada,
el gorrioncillo calló,
y en esa triste mañana,
sólo el silencio me habló.

                                                                               A.R.M.

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