viernes, 2 de enero de 2015

Melancolía.

    El salón en la penumbra,
el viejo sillón de cuero,
un rayo de sol alumbra
un gélido día de enero.
    Mi espíritu se revuelve
ante tanta tiranía,
y mi razón no resuelve
mi triste melancolía.
    Entre sombras que no entiendo,
que flotan , que se deslizan,
en el oscuro silencio
por el que pasa mi vida.
    Los ojos cierro, no se van,
ante mi vista regresan
y mis fuerzas ya no aguantan,
a esas sombras que no cesan.
    Ayer salía victorioso,
hoy perdí la contienda,
del pasado esplendoroso
¡tristeza sólo me queda!
    Bebí el amargo trago
y su veneno en mis venas,
inyecto y bebo sin tino
lo que destruye mis penas.
    No permitas que la vida,
te destruya, que te venza,
al destino no le pidas
y véncelo con fiereza.

                                                                                          A.R.M.

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