domingo, 22 de febrero de 2015

Amada sombra.

   Siento una sombra oscura
que detrás de mi murmura.
Ella es razón, es cordura,
pero es llanto y amargura
cuando no está al despertar.
¿Será sueño o realidad?
   Tras una noche sombría,
llega un luminoso día
y ya no te puedo ver.
Mi alma entera resiste
a ese amor que tú me diste,
que no quisiera perder.
   Cuando el sol en mi ventana,
a grandes voces te llama,
¡ay amada dónde estás!
Si ahora te necesito,
si te llamo con un grito
y tu voz no oigo resonar.
   Que vuelva la sombra amada,
sentir su aliento en mi espalda
aunque no la pueda ver,
lo pide todo mi ser.
Alumbra la senda oscura,
devuélveme la cordura.
   Recuerdo el trágico día,
aquella noche sombría
que el destino te alejaba,
que ya perdía tu mirada,
la palidez en tu cara,
¿por qué te fuiste mi amada?
   Que me lleve a mi la muerte,
que tu sombra sea el destino,
que se cruce en mi camino
para que ya pueda verte,
y ya no pueda perderte
porque nos une la muerte
                                                                                                A.R.M.

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