domingo, 17 de enero de 2016

La soledad del silencio.

   Perdido en el mundo oscuro,
deambulaba ciego, a tientas,
y a los dioses supliqué,
pedí ver en las tinieblas.
   A veces cuando estoy solo,
y me acompaña el silencio,
que corta, desnuda el alma,
y que te lleva muy lejos.
   La mañana oscura, fría,
sopla un gélido viento.
Duele en el rostro, me azota,
y corta como el silencio.
   Pienso, luego estoy despierto
y con los ojos abiertos.
En esa fría mañana,
veo que llega el invierno.
   Tengo callada respuesta,
en mis súplicas lloré,
una plegaria en silencio,
el amor no pudo ser.
   Escucho un eco perdido,
que añora todo mi ser,
ese amor que no he vivido,
agua no pude beber.
   Viento, muerte, desafío,
tira del alma el recuerdo,
y emulando a Calderón,
¡pienso que la vida es sueño!

                                                                                                            A.R.M.

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