jueves, 28 de enero de 2016

Soñé que era un niño.

   Sueño como los riachuelos,
que corriente de agua llevan,
y que la vierten gozosos,
en bella fuentes de piedra.
   Sueño que aún era niño,
era pequeño y llorón.
De plomo soldados tuve,
y un caballo de cartón.
   Montado en él galopaba,
dando vueltas al salón.
Mi madre me contemplaba,
sentada en su gran sillón.
   Crecí, pasaron los años,
y el caballo de cartón,
arrinconado en un cuarto,
toda la vida quedó.
   Yo recuerdo con nostalgia,
y los veo en el espejo,
aquellos felices años,
cuando yo era muy pequeño.
    No es posible el retroceso,
de niño, la vida antaño,
se pasó sin darme cuenta.
¡Mi vida pasó volando!

                                                                                                A.R.M.

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