jueves, 28 de enero de 2016

Reflexión sobre los símbolos.

   Una vez terminada la Navidad, prosa y poemas incluidos, voy a intentar aclarar en lo posible, el misterio de los símbolos a los que tan apegados están todas las culturas. Después de leer atentamente varios ensayos y libros sobre el simbolismo, tengo una cierta opinión sobre ello. No pretendo estar por completo en lo cierto. Es una opinión como antes dije y por tanto sujeta a crítica.
   Puede que sea mucho decir que vivimos en un mundo de símbolos o que los símbolos viven en nosotros. Pero si hacemos hincapié en la Psicología, Etnología, Antropología, el Arte, Publicidad y la Propaganda Política, debemos reconocer la realidad del simbolismo e investigar para esclarecer los enigmas que de ellos nacen. Yo sólo pretendo abrir las puertas de la imaginación, de lo imaginario, para soñar, para ver más allá de lo que los símbolos representan, y buscar la verdad, la alegría, el sentido escondido y sagrado de aquello que en la Tierra es a la vez maravilloso y terrible. Me fijaré en primer lugar en la Creación, en lo que simboliza Adán.
   Para cualquier estudioso del tema, Adán representa el primer hombre y la imagen de Dios en él reflejada. Sin juzgar la interpretación del Génesis en el orden de la Creación, Adán es la prioridad en el tiempo. El primero en el orden de la Naturaleza. Es la cima de la Creación, el ser supremo en humanidad. La palabra no evoca para nada un pitecántropo que evolucionaría en su especie; sino al responsable de toda la humanidad, tanto en el orden moral, natural y ontológico. Adán es el hombre de los hombres.
   En segundo lugar, es la imagen de Dios, es el cúmulo, la gran obra del artista que la realiza. Simboliza la aparición del espíritu en la Creación por la animación de la materia. Es la Conciencia, la Libertad, la Responsabilidad y la Autonomía, todos privilegios de Dios, la imagen de Dios pero no idéntica a Él. Y por intentar identificarse a Él, Adán comete la falta, no sólo para él, sino también para toda su descendencia. El Pecado Original, el uso absurdo de la libertad, el rechazo a toda dependencia, y esa dependencia es condición de vida.
   No entro a analizar que según la "Haggada", la mujer creada al mismo tiempo que él "Lilith" no se entendieran al pretender Adán someterla y se marchó del Paraíso encaminándose hacia el mar Rojo. Dios concedió a Adán otra mujer Eva, ante las peticiones de Adán y la negación de "Lilith" de volver al Paraíso. Según algunas interpretaciones de varios autores, y del "Midrasch Bereshit Raba", Adán aparece con aspecto bixesual. Pero su significado en hebreo, "Adamah" significa la tierra, hombre salido de la tierra, creado por Él de la tierra. En el Cristianismo, hay una relación simbólica entre Adán y Cristo. Uno significa la muerte, la expulsión del Paraíso. Cristo simboliza la resurrección y la vida, símbolo de Dios en el hombre.
   Creo que la primera función del símbolo es la de explorar, investigar qué significa, ya que en la mayoría de los casos nos supera como algo espiritual que no llegamos a comprender, pero que pone en marcha nuestra imaginación y sustituye a la realidad.
   Es fuerza unificadora, une al hombre con el mundo, es decir consigue que el hombre no se sienta extranjero en el universo sino que forma parte de él. Tiene por tanto, además una función pedagógica y terapéutica.
    También tiene una función social ya que mete al hombre en el interior del mundo al que pertenece.
Y finalmente, el símbolo tiene una función universal puesto que es accesible a todo ser humano aunque este pertenezca a diferentes culturas.
    Naturalmente que podíamos extendernos más sobre el simbolismo, pero no quiero cansar al posible lector de esta pequeña reflexión.

                                                                                                            A.R.M.
   

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