lunes, 17 de junio de 2013

A los antiguos alumnos: a la amistad

Termina el Colegio y nos vemos enfrentados al mundo exterior, con un sinfín de  Interrogaciones, de angustias y reflexiones. Tenemos una inmensa confianza en Dios pero: ¿en el Dios del Colegio o en el Dios que nos espera fuera? No tenemos Respuesta a la pregunta. Pero: ¿quién es verdaderamente Dios? ¿Dios del bien Y del mal? ¿Dios misericordioso o vengativo? ¿Padre severo o bondadoso? ¿Gran hermano? ¿Dios trágico de los filósofos o Dios de los pobres? ¿Dios de los Científicos o de los poetas?  ¿Dios vivo o definitivamente muerto? Pero confiamos En Él y por tanto en el incierto futuro que nos espera. Hoy en los albores del siglo XX1, La sociedad sigue como nosotros antes, confiando y encomendándose a Él; pero una Gran parte de ella al dios mercado.

Siempre es difícil hablar,
de expresar un sentimiento,
me refugio en la poesía,
que es vida,que es recuerdo,
de una infancia de unos niños,
de unos viejos compañeros.

Yo no sé por qué camino,
puede que fuera el destino,
que en Úbeda nos reunió,
marcándonos un sendero,
por ese camino abierto,
Que nuestra vida marcó.

El tiempo nos ha marcado,
las arrugas como un sello,
de las luchas, del trabajo,
pero no somos viejos,
en la mirada un destello,
del orgullo de otros tiempos.



Han pasado muchos años,
de aquellos tiempos vividos,
con compañeros y amigos,
que hoy quiero recordar,
es un sincero homenaje,
a nuestra vieja amistad.

Algunos ya se han marchado,
dejando viejos recuerdos,
de experiencias revividas,
de travesuras sin cuento,
de los sueños compartidos,
al dejar nuestro Colegio.

Hoy felices nos reunimos,
en este nuestro Colegio,
que vio crecer en nosotros,
una sincera amistad,
que no ha mutilado el tiempo,
ni borrado ha su aliento.

A los viejos Profesores,
a los alumnos de antaño,
va dirigido este canto,
yo no sé si tiene encanto,
sólo sé que es de verdad,
que es un himno a la amistad.

Esa verdad que encontramos,
que nos llena de esperanza,
en un mundo sin rencor,
en una persona extraña,
que nos brinda su amistad,
que nos da su confianza.

Nosotros la “Vieja Guardia”,
que vivimos la experiencia,
de una familia unida,
de una vida de una Escuela,
de la SAFA su enseñanza,
¡no se olvide, no se pierda!

Los caminos recorridos,
los espinosos senderos
y los fines conseguidos,
son como dulces recuerdos,
de la estancia, de la vida,
en nuestro amado Colegio.

                                                                                              

                                                                            Antonio Ramírez Mena

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