miércoles, 20 de noviembre de 2013

La Democratización de la Cultura.


Leyndo a García Mauriño en su " La Verdad o la Apariencia de Verdad " y aunque creo que su forma de
ver la realidad y su pensamiento es ética y moralmente exacta,no podemos retroceder a las formas de
pensar y en cierto modo de actuar que dieron origen a la Democracia y por tanto a la Cultura Occidental.
Antes bien,creo que hay también que enfocarlo de forma algo diferente y que nos sitúe en el momento en el
que vivimos;es decir el momento actual. Por ello me atrevo a tratarlo partiendo de esa base,pero en relación
íntima con la Cultura:es decir democratizándola.
  La vida,es una serie de inconvenientes y obstáculos que al ser humano se le presentan para su existencia.
Este responde,con otra serie de actos que le llevan a vencer esos problemas que le impiden su completo
desarrollo. Estos actos, encaminados a ese fin son: la Cultura,en el más amplio sentido de la palabra.
  Esta Cultura en sus diferentes formas,puede ser cuestión de vida o muerte,de crecimiento nacional o de
decadencia también nacional,de progreso o de derrumbamiento social.
  En una encuesta, a nivel internacional,si pudiéramos hacer la siguiente pregunta: ¿estaría usted dispuesto a disminuir su consumo diario de carne para evitar la muerte también diaria de una persona en el Tercer
Mundo? Creo casi con toda seguridad,que la reacción en todos los países industriales y por tanto avanzados  y desarrollados,sería negativa.
  Vemos por los medios de comunicación,las hambrunas del Tercer Mundo. La falta de proteínas,es un hecho y del que los expertos mundiales de sanidad,nos hacen una advertencia cada vez más apremiante y
urgente. En realidad es un vacío de Cultura al que asistimos sin inmutarnos: la Cultura del desarrollo y del
reparto. Esa falta de sensibilidad,conciencia de las cosas,comprensión y humanidad de los países ricos a los
que el monopolio de la riqueza los vuelve ciegos. Pero esa riqueza de la alardean,no les pertenece. Pero se
apoderan de ella abusando del poder como aves de rapiña sin pensar en las consecuencias y en el reguero
de cadáveres que su actitud conlleva.
  Si ha de llenarse ese vacío,tendrá o deberá ser mediante un cambio de Cultura. No algún proyecto o
declaración mundial al que todos presten su asentimiento,que no pasa de ser simple adhesión verbal. 
Buenas palabras en la forma acostumbrada y además políticamente correctas.
  Debe ir encaminado a un cambio en las Culturas de los países que han modelado la historia. Nadie se
atrevería a negar que esta responsabilidad de tomar la iniciativa para una Cultura equitativa del reparto,
incumbe a los países europeos y en general a occidente como beneficiarios del subdesarrollo del Tercer
Mundo,que con sus políticas negativas e ineptas,impiden a los países tercermundistas,a los que se condena
al hambre,a la desesperación y al desaliento.
  Para cubrir sus necesidades,un ciudadano necesita tomar 150 KWH de energía procedente de la bíosfera
para mantener su existencia. Pero mientras miles de millones de seres luchan y fracasan para alimentarse,
los ciudadanos de clase pudiente consumen más de 15000 KWH por el mismo motivo. Nos enfrentamos
 a una amenaza creciente por esta utilización inmoderada de su entorno. Un despilfarro y una polución
sólo podría frenarse cuando cambien los valores y actitudes de una sociedad que sólo vive para medrar
y en la que el feudalismo económico y patronal campea sin restricción alguna.
  Del mismo modo,la amenaza de ruptura que se está incubando por los males conjuntos,la inflación/y la
deflación y los conflictos sociales,podrían evitarse aplicando medidas políticas y económicas para las que
tenemos perfecta tecnología y aparato constitucional. Sin embargo,estas medidas urgentes, se ven 
aplazadas,  restringidas o rechazadas a consecuencia de una polarización cultural de nuestra sociedad.
  Democratizar la Cultura. Sí,para darle un impulso y sentido humanitario que tienda a proteger a los más
débiles,a las clases más desfavorecidas y así,evitar que aumente en ellos el desosiego,el resentimiento y el
desaliento.
  La Cultura intervencionista económica y los mercados que la dirigen y que manipulan económica y
socialmente al pueblo,se preocupa mucho de las clases bajas,de los pobres e indigentes;por eso los crea y,
luego los destruye como si fueran una lapa. Una mancha que ensucia la sociedad por ellos construida.
  Señores políticos,gobernantes y banqueros. El Tercer Mundo,estaba lejos,pero ahora la terrible realidad,
el horror,el hambre y la miseria que son sus señas de identidad,las tenemos aquí. ¿ Por qué ?



                                                                              A.R.M-
                                          

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