lunes, 30 de junio de 2014

Conquista de la Ciudad de Úbeda por los Caballeros de la SAFA.

   En la Corte Castellana,
corre gran excitación,
en nombre del Santo Rey,
se anuncia una expedición.
   En nombre de Dios os mando,
que conquistéis la Ciudad,
con sus habitantes moros,
tengáis con ellos piedad.
   A Madinat Ubbadat Al-Arab,
un mensajero llegó,
solicitando una audiencia,
en nombre de su señor.
   Acordaron los Caídes
de Úbeda y su región,
recibirlos con honores
y escuchar su petición.
   Habló un Caballero Safista,
Molina Navarrete Ramón,
que rindieran la Ciudad,
con toda su población.
   Representando a Valencia,
Soler y su batallón,
y como Conde Mañico,
Pedro Mora de Aragón.
   De Linares galopando,
recubiertos de sudor,
a la cabeza Molero
con Codina y Doroteo.
   Adelantado en Suiza,
llega Lara, Gran Barón,
y con su helvética tropa,
puso cerco a la región.
   Navega velero mío,
busca el viento, por favor,
haz que llegue a mi destino,
pide Vilches con fervor.
   Berzosa, Gran Caballero,
en todas lides curtido,
con lombardas y saeteros,
se pone raudo en camino.
   De la Corte Madrileña,
llega Anguita emocionado
y en una arenga gloriosa,
lanza a sus tropas de asalto.
   Los Caballeros Safistas,
de la Corte, lo mejor,
todos nobleza en sus armas,
enarbolan todos pendón.
   No llegaron de Sevilla,
no escucharon la llamada,
pero su espíritu estaba,
para dar la Gran Batalla.
   Los Caballeros de SAFA,
muestran su gran poderío
y a la Ciudad ponen cerco,
en asedio preventivo.
   Al ver perdida la guerra,
con lágrimas de emoción,
Bordés Caid Ubetense,
de rodillas suplicó.
   Yo os entrego mi Reino,
con toda su guarnición
pero a cambio yo os suplico,
que concedáis el perdón.
   Manuel Martínez Molina,
con él se abrió la reunión
y con cordura de sabio,
a todos nos convenció.
   En nombre del Santo Rey,
y sin fuerte discusión,
reunidos los Caballeros,
concedieron el perdón.
   El Caid emocionado,
reunió a su pueblo y habló,
y subiéndose a la torre,
a todos tranquilizó.
   La Ciudad al ser salvada,
de júbilo gritos lanzó
y se organizaron fiestas
y torneos de valor.
   Los Caídes Almohades,
y sobre ellos Bordés,
tras recibir el perdón,
lágrimas surcan su tez.
   Bordés Caid generoso,
un gran banquete ofreció,
pero algunos Caballeros,
no acudieron al salón.
   Ocurrió que en el banquete,
un ratoncillo se vio,
las damas con grandes gritos,
subieron un escalón.
   ¿ Qué tenéis bellas señoras ?
¿ Qué teméis,qué aconteció ?
Es que mi señor amado,
un susto nos dio un ratón.
   Un soldado de la guardia,
vasallo de mi señor,
de un certero mandoble,
la cabeza le cortó.
   La hazaña que yo relato,
ya no tiene parangón,
es un Romance Heróico,
que en Úbeda aconteció.
   El Notario de la Corte,
RAMÍREZ MENA se llama,
es autor de este Romance,
para gloria y alabanza.                                                     A.R.M.

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