miércoles, 6 de agosto de 2014

La tristeza de un país

   Está triste mi País,
y le duele su pobreza,
cuando a sus muertos entierra,
cuando ve su gran miseria.
   Cuando el hambre camina,
con su sombra siniestra,
cuando ve que sus gentes,
la abandonan con pena.
   Un lamento profundo,
de ira las gargantas llenas,
y un sentido de engaño,
el pueblo siente en sus venas.
   El País entero sufre,
la pobreza, la indigencia,
y los corruptos de siempre,
amañan grandes riquezas.
    Ciudadanos de esta España,
no creáis en las promesas,
de una casta gobernante,
de políticos que apestan.
   La corrupción como mafia,
extiende su sombra negra,
cortando las esperanzas
con su guadaña siniestra.
   La honradez, arma sublime,
en la democracia incierta,
de bando cambiar no puede,
no puede cambiar las reglas.

                                                                                                 A.R.M.

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