miércoles, 1 de junio de 2016

Amores de muerte.

   Gritos suenan en la noche,
era una noche de abril.
Sueña un amor la gitana,
que no la deja dormir.
   Solo tiene dieciocho,
y en su cuerpo de marfil,
belleza sin par no ha visto,
ningún gitano cañí.
   Pelo de negro azabache,
y una mirada sin fin,
luce al mundo la chiquilla,
en las mañanas de abril.
   Celoso de su hermosura,
una mirada viril,
la sigue por donde vaya,
de la calle hasta el pensil.
   Sabedora de su encanto,
y de su cuerpo gentil,
con garbo luce la niña,
su donaire, su postín.
   No te enamores gitano,
esa diosa no es para ti.
No la cortes, no la arranques,
la rosa del mes de abril.
   Muerto de celos no vive,
herido en su loco amor,
su calenturienta mente,
a navajazos mató.
   ¡Ay niña yo te quería!,
pero mi orgullo y mi honor,
mi mente ciega nublaron,
y lavé mi deshonor.
   Cuando los gallos cantaron,
su himno a la madrugada,
se apagaron para siempre,
tus suspiros de gitana.
   Ya llegaron los "civiles",
cuando la luna descansa,
y con esposas de acero,
al "Estirao" maniatan.
   Maldito seas gitano,
gritan del "Clan de la luna".
Por qué cortaste la flor,
por qué truncaste su vida.
   Negras rejas en la celda,
tricornios negros vigilan.
Que no se escape el "calé",
allí dejará su vida.
                                                                                                      A.R.M.

                                                                                                           

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