martes, 4 de febrero de 2014

Tarde de toros.


   Las cinco de la tarde, se asoma el Sol,
para ver la corrida y al mataor.
Llevan las mujeres, mantones negros,
en el tendío negros sombreros.
   Aplaude la gente, el paseíllo,
la terna en la plaza, el rostro altivo.
Se oye el clarín al llamar sonoro,
la gente fija la vista en el toro.
   El astado, furioso salta al ruedo,
alegre le sale al paso el torero.
Vuela el capote alegre,pendenciero.
   La faena, la emoción, el graderío.
ruge el clamor en la plaza,el gentío.
El diestro monta el estoque con brío.

                                                                             A.R.M.



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