viernes, 11 de septiembre de 2015

Pastorcillo.

   Una tenue lucecilla,
baña la choza cercana.
El Sol se esconde se oculta,
la tarde oscura se apaga.
   Pronto el cielo se oscurece,
llegan las nubes plomizas,
el monte desaparece,
sólo queda la neblina.
   Un pastorcillo en el bosque,
con su cayado camina.
Lleva un rebaño de ovejas
y perros que las vigilan.
   Tiene en su viejo zurrón,
pan duro como comida,
mendrugos que le han sobrado,
al señor en su cocina.
   No cobra nada el zagal,
trabaja por el sustento,
dormirá con sus ovejas,
en el redil polvoriento.
   Sufre en su carne el chaval,
las inclemencias del tiempo.
Sopla como un vendaval,
el frío viento de invierno.
   Despierta de tu ignorancia,
rebélate, chilla ,grita.
Dile al señor de las tierras,
que mereces otra vida.
   Sonríe el amo con sorna,
mientras aplasta las vidas.
Y con una carcajada,
en el espejo se mira.
                                                                                               A.R.M.

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