viernes, 13 de mayo de 2016

Escarceos de la Luna.

   Brilla la Luna en la noche,
muy blanco vestido tiene.
En el negro firmamento,
blancas nubes la sostienen.
   Tiene cara de chiquilla,
y en su traviesa mirada,
busca el amor escondido,
que salga en la madrugada.
   Una nube juguetona,
sus pechos de nácar tapa.
Con descuidado mohín,
aparta ella su bata.
   En los picos de la sierra,
y tras las cumbres nevadas,
sus fauces asoma el viento
porque quiere cortejarla.
   Corre asustada la niña
y pide refugio al alba.
Y en cercano olivar,
verde aceituna descansa.
   El viento traiciones cuenta,
y mil relatos de muerte.
Aguda espada su aliento,
aullidos de pino verde.
   Pide socorro la Luna,
huye del viento que hiere,
y el oscuro de la noche,
mil negras nubes la envuelven.
   No te aventures mi Luna,
el viento no te conviene.
Mira que amor traicionero,
negras intenciones tiene.
   De nuevo se esconde el viento,
tras los picachos de nieve,
rumiando su venganza,
entre gotas de aguanieve.
   La bella niña se oculta,
tiene miedo, se estremece,
y en el olivar se esconde,
detrás de las ramas verdes.
   Luna, salvaje criatura,
Luna de belleza hiriente,
tu desnudez en la noche,
al frío viento enloquece.
                                                                                                    A.R.M.

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