domingo, 21 de septiembre de 2014

Soneto a la Tierra.

   Este mundo que es la Tierra, ¡cuídala!,
¡mímala!, no la hieras, no la mates,
no la destruyas y no la maltrates,
sólo te la legaron en herencia.
   No denigres el solar que es tu casa,
no la pierdas, no derribes sin razón,
no asoles ni ajes su perfección,
con tu cruel y maldita violencia.
   La depravada y cruel humanidad,
arrasa, asola lo que hay en ella.
Cuentas deberá rendir de su torpeza.
   Examen, camino obligado es ella.
Éxtasis, pasión de todo poeta,
cuya belleza, raptado contempla




                                                                                          A.R.M..

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