jueves, 15 de octubre de 2015

Amanecer.

   El tul grisaceo  se corre,
el día amanece ya,
un plácido sueño duermes,
no te quiero despertar.
   Si me buscas en tus sueños,
si tu mejilla temprana,
roja de amor en silencio,
despierta que llega el alba.
   Cuantos mimos y caricias,
me envías con la mirada.
Saeta de amor, suplicio,
pasiones nunca contadas.
   El perfume de tu cuerpo,
hendido sobre la cama,
es como el fuego en la noche,
una hoguera que te abrasa.
   Besarte, yo bien quisiera,
pero el sol en la ventana,
rompe el embrujado hechizo,
tu amor me turba, me abrasa.
   El tiempo, mudo testigo,
mi pasión nunca saciada,
vive de amor en la noche,
y teme que llegue el alba.
                                                                                                    A.R.M.

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