martes, 13 de octubre de 2015

Escuela y sociedad: ¿educar para qué ?

   Ciertas corrientes educativas que tienen cierta influencia en la educación, consideran que la vida social y económica de los alumnos corresponde en principio a los padres. Se intenta por todos los medios no afrontar el problema que para la Institución Escolar y que es de difícil solución si nos equivocamos al interrogarnos sobre tal cuestión.
    Creo que la escuela y en sentido más amplio la educación, debe cubrir la enorme brecha que la separa del mundo real en el que deberán vivir más tarde sus escolares. No es cuestión de enfrentar la escuela, la educación con el mundo; sino de paliar la brecha real que existe.
    Los alumnos, los estudiantes, se enfrentan fuera de la escuela a la vida social y económica a la que pertenecen sus padres en tanto que ciudadanos y que marcan, tienen en ellos una gran influencia. Es cierto que los procesos económicos y sociales son más complejos que los vividos en nuestra época y que ejercen una influencia a veces malsana si no son capaces de dominarlos y por tanto de entenderlos y comprenderlos correctamente. La competencia económica y social es "CONDITIO SI NE QUA NOM" para vivir con desahogo y lúcidamente en nuestra sociedad.
    La "vieja escuela", nuestra escuela, nos daba, nos transmitía las armas, los conocimientos necesarios para afrontar las situaciones socio-económicas a las que el alumno, una vez adulto estaba destinado. La Historia de España, la Geografía, la Moral y la Instrucción Cívica, tenían por objetivo la inserción del alumno ciudadano en la realidad social y económica del país. Pero poco a poco y a través de múltiples reformas, estas materias ineludibles en todo Sistema Educativo se han ido abandonando en beneficio de ciertas corrientes educativas que inciden en las necesidades del alumno ante los complejos cambios de la sociedad. Si bien el objetivo inicial es válido: iniciar a los alumnos en la vida social y económica de su época, los medios educativos (corresponsabilidad, programas,contenidos y métodos) no han sido los más apropiados como lo demuestra el último informe PISA.
    No creo equivocarme al afirmar que a causa de las transformaciones socio-históricas, la competencia socio-económica del alumno debe ser tan importante que la competencia en Lengua o en Matemáticas. Se trata de una formación intelectual necesaria para la inserción en la vida activa. Y creo que la ausencia de tal competencia crea en el alumno un handicap socio-profesional del que difícilmente se recupera. Y puede ser nocivo, hasta tal punto de conducir al alumno a una especie de segregación, de desigualdad social a la que la escuela, la enseñanza y en general el Sistema Educativo, es en parte responsable.
    En definitiva, no se trata de suprimir tal o cual enseñanza: sino de ajustarla, de emplazarla, de dar sentido real a la relación escuela y sociedad.
    Si la "Socialización" es la acción social de la educación, esta debe desarrollar en el alumno las actitudes intelectuales y morales; es decir inculcar en el alumno, de adaptarlo a la sociedad en la que está destinado a vivir. Si bien la educación corresponde al Estado para salvaguardar el "Principio de Igualdad" al que todo alumno tiene derecho, es importante la implicación de los padres como partícipes en la formación del alumno.
    Creo firmemente que la socialización es el resultado de un trabajo pedagógico que crea en el alumno una formación durable: es decir un conjunto de formas de pensar, de actuar y de comprender el medio social y económico al que el alumno se enfrenta.

                                                                                                                     A.R.M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario