Esta mañana, me he levantado con la vena patriótica algo inflamada y un tanto revuelta, y sin más os propongo una serie de reflexiones, puntos de vista de un "españolito de a pie".
En primer lugar me pregunto: ¿qué es España, una realidad o un enigma histórico?. Todos los pueblos, tanto en el pasado como en el presente han tenido problemas de índole constitucional que han desequilibrado su vida normal o les han envuelto en luchas. En España alcanzan enormes proporciones que aún no han sido resueltas. La razón, aunque parezca increíble, es muy simple: todavía no hemos resuelto el problema de nuestra propia esencia. Y es que a diferencia de otras naciones, España no está hecha. Se halla en vías de constitución. Nos va en ello la vida, y es por lo que estas humildes reflexiones tienen razón de ser. Nos acechan en cada esquina de nuestra Historia los problemas separatistas y debemos de una vez por todas darles solución.
Se aproximan días decisivos en los que España tendrá que con acierto y energía resolver cuestiones trascendentales para su futuro. Entre ellos el de darle una Constitución Política adecuada a su propia naturaleza. Esta Constitución deberá concebir España como una "Comunidad de Pueblos" y no hacer del concepto de nacionalidad una idea exclusivamente política; sino de llegar al concepto de Nación-Estado en la que caben todos sus pueblos y por tanto todas sus nacionalidades. España será de todos, hecha por todos, o no será jamás.
A los Señores del Gobierno, a la Clase Política y a las Élites Intelectuales corresponde la tarea ineludible de resolver el problema de la inquebrantable Unidad de España. Dejen de mirarse la entrepierna y el ombligo, todos son redondos, silencien de una vez por todas el "y tú más" y dedíquense a trabajar; para eso les pagamos.
A.R.M.
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