sábado, 22 de noviembre de 2014

A Machado.

   En el tenebroso oscuro,
solo, enfrentado a tu vida,
a tus errores de antaño
a lo que tu vida hacía.
   Nadie pidió tu permiso
pero tú naciste un día,
una vida por delante
en un sendero de espinas.
   Fuiste niño, fuiste hombre,
son etapas de la vida,
rumbo fijo caminante,
andando camino hacías.
   La veleta de la vida
que se acopla con el viento,
a ráfagas te hace girar
y te invade el desaliento.
   Cuando el niño se hace hombre
y el hombre viejo se hace,
has terminado el camino
finalizaste el viaje.
   ¿Por qué tuerces tu camino
y abandonas el sendero?
Caminante que sin rumbo
vas en busca del destierro.

                                                                                                        A.R.M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario