viernes, 21 de noviembre de 2014

Cansancio.


 A la sombra del árbol
que nadie repara,
me senté cansado
de una vida larga.
   Mi mente camina,
la fiebre me abrasa
y paso recuento;
ya no espero nada.
   No siento tristeza,
el camino se alarga.
Camino con gentes
que no tienen nada.
   Veo sus miradas,
el miedo en sus almas.
Su paso apresuran,
los niños lloraban.
   Allá en la frontera,
la raya de Francia
tendrán el cobijo
que les niega España.

                                                                               A.R.M.

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