lunes, 24 de noviembre de 2014

"El pesimista"

   Con este pequeño artículo o reflexión, no pretendo una crítica acerba sobre nuestra situación económica, política, social y emocional, sino más bien abrir ventanas y asomarme al interior de este País que a todos o a "casi todos" nos duele.
   Sin duda que nuestro personaje está influenciado por el "encanto-desencanto" de nuestros gobernantes, de los políticos en general y de la política económica y social que llevan a cabo.
   Pero si estamos dispuestos a pensar, trabajar, aprender con pasión pero con lucidez. Si adquirimos confianza en nosotros mismos, fundada en la verdad, el esfuerzo y la persistencia en la acción; no debemos desalentarnos.
   ¿Pero cómo no ser pesimistas cuando vemos que hay ciertas élites que piensan que la pobreza ajena o del pueblo les conviene a ellos? Corrupción,impunidad, desahucios y demás delitos.
   Pero, y la tan ansiada Democracia ¿dónde está?.¿No es sinónimo de gobernar para el pueblo y con el pueblo? Hasta ahora ni el socialismo irreal ni la derecha real, han sido capaces de asegurar el pan y la libertad; ni siquiera el pan sin libertad. El País está desencantado y culpa de su desencanto, no al régimen político sino al uso que se hace de él: ineficaz,laxo, inepto,indisciplinado y por supuesto a los políticos que nos gobiernan, de ahí que la crisis económica que atravesamos, sólo la sufran las clases medias y los pobres.
   Nuestra Democracia "sui generis", nos trajo entre otras cosas las Autonomías. El tema se ajusta en cierto modo a la agitación. Rezuma pasión y no resulta racional y objetivo. Si bien fue un intento de
reconciliar a los españoles con España creyendo que la reconciliación sería más fácil si se empieza por las diferentes "patrias chicas" porque en materia sociológica y por tanto en materia política, hay que empujar hacia el Sur(ayudar al Sur) si se quiere conducir la Nación hacia el Norte.
   Si bien la idea fue buena, el resultado no ha sido el esperado, porque al grito de "España nos roba"
se ha materializado una animadversión entre el "Norte" y el "Sur" difícilmente de encajar en el Sistema Autonómico y por tanto de corregir.
   Sin embargo, dentro del pesimismo genético nacional debemos superar el concepto negativo y empujar, empezando por arriba para sacar al País de la crisis. Del momento crucial en que se encuentra y en el que se necesita de la fe en el trabajo, del buen gobierno y del optimismo de todos.
   Peo no hay economía y por tanto sistema económico sin inteligencia. Y atención porque la nuestra se está marchando obligada no por el Sistema; sino por el uso que el gobierno hace de él. Y a esta inteligencia a la que el Sistema formó, será muy difícil repatriarla.


                                                                                                 A.R.M.

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