sábado, 22 de noviembre de 2014

Triste realidad.

   La casona estaba fría,
vieja, sola, desmembrada.
Los muebles estaban rotos,
la puerta desvencijada.
   El suelo de tablas sucias,
desclavadas, mal pintadas
ofrecían una imagen,
de lo que ahora es España.
   El jardín que la rodea,
árboles secos y matas,
es nido de escorpiones,
por él pululan las ratas.
   Una imagen tan dantesca,
de esa casona, de España,
tiene que ser un mal sueño,
¿es realidad o patraña?
   No podemos permitir
la casa mal gobernada,
el solar hispano yermo,
sus gentes necesitadas.
   Sacad fuerzas de flaqueza
y limpiemos nuestra casa,
para que en la España yerma
vuelva a reinar la esperanza.

                                                                                                       A.R.M.

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