lunes, 30 de marzo de 2015

¡Elecciones!

   Después de leer todo tipo de periódicos y de ver diferentes tertulias de distintas ideologías resulta que para algunos de ellos no hay vencedores ni vencidos, ni fracasos ni victorias en las muy analizadas desde todos los puntos de vista Elecciones Andaluzas. Sigue vivo el bipartidismo, pero está seriamente tocado.
   Algún rotativo que otro, ofrecía una versión de risa. Resulta que los andaluces, la "Raza Andaluza", nos comparan con los nacionalistas vascos y los nacionalistas catalanes ya que en las Elecciones no han hecho otra cosa que defender su nacionalismo sacando las tripas en el envite. Incluso lo acusan de amiguismo, clientelismo y un montón de cosas más terminadas en "ismo". Como es natural lo acusan de una alienación enmascarada cuyo nexo de unión sería el PER (Plan de Empleo Rural) o lo que es lo mismo PEA (Plan de Estómagos Agradecidos).
   La realidad desde mi humilde punto de vista es otra. "No hay más ciego que aquél que no quiere ver", y precisamente es eso lo que han hecho tres partidos que concurrían en las Elecciones. Negar la evidencia de lo que es un secreto a voces. No reconocer los errores cometidos. No entonar el "mea culpa" y no reconocer que los consejos de mediocridades, condenan a corto y a medio plazo a la mediocridad por mucho que sus dirigentes lo nieguen.
  " Los números, al ser intrínsecos a las matemáticas no engañan: sólo engañan los que los manejan".
   Mucho se jugaban los partidos políticos en las Elecciones Andaluzas. Tres de ellos supieron estar a la altura del evento mediante un buen conocimiento de causa y del medio. Si el fin de los partidos políticos es el "por y para el poder", es hora de que aprendan que al poder se llega "con el pueblo y para el pueblo", y nunca separándose de él.
   En las próximas Generales que serán de vital importancia para el País, veremos si los partidos políticos han aprendido la lección de las Elecciones Andaluzas o si siguen en sus cuarteles de invierno esperando que les caiga el "maná" del cielo y la llegada de un guía que los conduzca a la "tierra prometida". O que tengan pasó a mejor vida al no tener nada que ofrecer.
   Puede que el nacionalismo andaluz no sea tal; sino que "el pueblo tenga memoria". La bota y la espuela y los contratos en las plazas de los pueblos por un mísero jornal, aún están recientes y el pueblo elija a uno creyendo, íntimamente convencido de que el otro, ¡es mucho peor!.

                                                                                                                    A.R.M.

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