lunes, 2 de marzo de 2015

Los iluminados II.

   Por desgracia, en nuestro país hay muchos "iluminados" que como mi amigo pueden cambiar de opinión y de campo según sus intereses y que huelen a demagogia electoral unos, y a demagogia pura y simple otros. Estos santones del nacionalismo radical enarbolan la bandera del victimismo, de los oprimidos y la reivindicación permanente para transformar a la sociedad, a la que manipulan con sus  cantos de sirena, en hordas del atropello y la intolerancia, de la xenofobia, la incomprensión y el racismo.
   Es cierto, que casi todos los gobiernos que hemos tenido, en los que unos "cara al sol" y otros a la sombra de ese sol que tanto nos costó, cometieron atropellos sociales y culturales en el vano intento de acallar o hacer desaparecer un patrimonio cultural que a todos nosotros que en tanto como españoles nos pertenece. Este patrimonio, rico en gentes, ideas, modos de vida, costumbres y lenguas,debió despertar en todos el deseo de convivir en paz y armonía aún dentro de nuestras diferencias. Pero las condiciones sociopolíticas  de la época que convirtieron a España en una espléndida desolación, impidieron tal deseo y, en realidad este gran patrimonio más que unirnos nos enfrentó y desunió.
   Poco a poco, ha ido tomando forma en nuestra sociedad una absurda dicotomía entre los nacionalistas y el Gobierno Central, entre la periferia y el centro, en las que unos representan las ansias de libertad y otros la imposición autoritaria. Esta dicotomía no tiene razón de ser ni ningún sentido; porque el centralismo político siempre tiene un carácter estatal y nunca geográfico.
   Los nacionalistas. deben revisar a fondo el Estatuto Autonómico, no solamente dentro de la Constitución Española, sino también con la Constituciones de otros países incluidos los federados y los confederados. Fácilmente llegarán a la conclusión de que han llegado a un grado de autonomía como jamás pudieron soñar. Sólo les quedaría añadir al título de Presidente Autonómico el título de "Virrey"; algunos ya se creen que lo tienen. Pero la Constitución que es el único marco legal en el que se puede debatir las capacidades autonómicas de las diferentes autonomías que configuran esl Estado Español, no contempla la creación de "Virreinatos".
   Todas las Autonomías actuales, sufrieron en la propia carne de sus ciudadanos, los abusos y atropellos de una oligarquía de clases que unida a la "Dictadura" campeó con patente de corso por toda la geografía hispana, abusando de un centralismo que no pocas veces benefició a los periféricos banqueros vascos, a los periféricos latifundistas andaluces y a los no menos periféricos patronos catalanes.

                                                                                                               A.R.M.
































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