lunes, 15 de diciembre de 2014

Al Caballero.

   Ayer caballero andante,
hoy ejemplo de vida.
Soñador empedernido,
cabalgando sin fatiga.
   Rocinante, buen rocino
en su lomo te llevó,
deshaciendo los entuertos
en ofrenda de tu amor.
   ¡Quién no sueña con la gloria
que don Alonso soñó!
¡Quién no sueña con la amada!
¡Quién no defiende su honor!
Loado sea el caballero
que tanta gloria alcanzó.
Nunca se dio por vencido,
más que vasallo señor.
   No pierdas la confianza,
denuncia la sin razón,
que no humillen tu grandeza,
que no mancillen tu honor.


                                                                                                A.R.M.

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